¿ Introducción
La manometría esofágica es considerada el estándar de oro para diagnosticar los trastornos de la motilidad esofágica (TME). La técnica de manometría tradicional utiliza tres a ocho sensores de presión con sistemas de perfusión o estado sólido.1-5 La heterogeneidad en los tipos de sensores, la variabilidad en la distribución de los mismos a lo largo del catéter y el desplazamiento que sufre el catéter durante el acortamiento esofágico en cada deglución ocasiona problemas para reproducir con precisión los diagnósticos de los TME.6,7 No obstante, la clasificación tradicional propuestapor Spechler y Castell continua siendo la más utilizada (Tabla 1).3 Recientemente se ha introducido una nueva tecnología conocida como manometría de alta resolución (MAR). En la MAR se utilizan catéteres con 36 sensores de presión, separados 1 cm que permiten medir la presión intraesofágica desde la hipofaringe hasta el estómago. Con el uso de programas de cómputo es posible obtener una imagen a color de la topografía de la presión esofágica, es decir un sistema en el que se grafica la duración, amplitud y velocidad de las contracciones esofágicas y del esfínter esofágico superior (EES) e inferior (EEI).8,9
En 2008, Pandolfino y colaboradores1 evaluaron la motilidad esofágica de 400 patientes y 75 controles con MAR. Con base en el análisis de la presión topográfica proponen una nueva clasificación de los trastornos motores esofágicos denominada
Clasificación de Chicago (CC) que incluye nuevas mediciones de la función motora del esófago como son:
1). Morfología de la unión esofagogástrica (UEG): el registro de la presión de la UEG se deriva de la contribución ejercida por el EEI y la crura diafragmática (CD) que lo rodea. El elemento de la CD es más evidente durante la inspiración, por lo que los subtipos morfológicos de la UEG se definen por la localización del EEI y la CD.
2). Contractilidad Distal Integrada (DCI): parámetro que mide la fuerza de la contracción esofágica y considera la amplitud (mmHg), duración (tiempo en segundos) y propagación a lo largo del esófago (cm). Se expresa en mmHg/s/cm y su valor normal promedio es de 5000.
3). Velocidad de Frente Contráctil: mide la velocidad a la cual se propaga la contracción en el músculo liso del esófago y se expresa en cm/s.
4). Presión de la UEG con el uso de una manga o sleeve electrónico (cuatro a seis sensores de presión a lo largo de la UEG) se mide la presión promedio en la UEG.
5). Presión de relajación tres segundos nadir eSleeve: Índice de relajación durante la deglución de la UEG derivada de la media de presión más baja registrada por la manga electrónica durante tres segundos.8-12
La utilidad clínica de la MAR y de la CC aún se está evaluando.
El objetivo del presente estudio fue comparar las diferencias entre la CC y la clasificación tradicional (CT) en el diagnóstico de los trastornos motores del esófago.
¿ Métodos
Selección de pacientes: Se incluyeron a todos los pacientes que acudieron de manera consecutiva de enero a agosto de 2009 a la Clínica de Fisiología Digestiva para realización de manometría esofágica, con edades comprendidas entre 16 y 84 años. Se excluyeron pacientes con enfermedad comórbida descompensada, que usaran fármacos que alteran la motilidad esofágica 24 horas antes del estudio y aquellos en los cuales no se logró realizar la intubación nasofaringoesofágica. Se descartaron los registros que no permitieron una adecuada interpretación.
Técnica manométrica: A todos los pacientes se les realizó manometría esofágica de alta resolución con ayuno mínimo de seis horas. Se empleó un catéter de estado sólido de 36 sensores, ManoscanTM de Sierra Scientific Instruments Inc. (Los Angeles, CA, USA) así como un módulo de Manometría ManoViewTM con programa de cómputo versión 2.0, de Sierra Scientific Instruments Inc. Después de calibrar el catéter a una presión de 0 a 300 mmHg, se realizó intubación nasofaringoesofágica colocando al menos tres sensores de presión dentro del estómago. En posición supina de 30º, se realizaron 10 degluciones de 5 mL de agua a temperatura ambiente cada 30 segundos. Al final del estudio y después de retirar el catéter de manometría se realizó la compensación térmica a temperatura ambiente.
Clasificación de Chicago y tradicional: El análisis con MAR y presión topográfica consistió en la lectura de cada registro, con identificación del EES y la UEG, clasificación morfológica de la UEG e identificación el EEI por un periodo mínimo de 10 segundos. Posteriormente se analizaron de manera individual las degluciones húmedas únicas. Se anularon las degluciones dobles o múltiples hasta tener 10 degluciones adecuadas por paciente. En cada deglución se midieron los siguientes parámetros; CFV, DCI, eSleeve 3-s nadir y la peristalsis con contorno isobárico de 30 mmHg. Cada estudio manométrico fue clasificado de acuerdo a los criterios establecidos en la CC (Tabla 2).
Un investigador, ciego al resultado de la topografìa de la presión esofágica, revisó los trazos de manometría convencional obtenidos con el mismo catéter con un sensor colocado en la hipofaringe, otro en el EES, tres en el cuerpo esofágico (tercio medio y distal) separados cada 5 cm y otro sensor en el EEI. Se evaluó la amplitud, duración, morfología y velocidad de propagación de las contracciones esofágicas, la presión basal y la presión residual del EEI. Con estos datos, en cada uno de los trazos manométricos se estableció un diagnóstico de acuerdo a la clasificación tradicional de Spechler y Castell (Tabla 1).
Una vez obtenidos los resultados de manera independiente se analizaron las diferencias y similitudes entre los diagnósticos establecidos por ambas clasificaciones.
Análisis estadístico: Se utilizaron frecuencias absolutas y relativas para la descripción de valores nominales. La comparación entre los diagnósticos establecidos por la CC y la CT, se hizo de acuerdo a su distribución en porcentajes.
¿ Resultados
Se estudiaron 200 pacientes, 106 mujeres (53%) y 94 hombres (47%), con edad promedio de 43.4 años (rango 16 a 84). Las indicaciones para realización de MAR fueron: evaluación preoperatoria de enfermedad por reflujo gastroesofágico en 152 (76%) pacientes, disfagia en 21 (10.5%), dolor torácico en 18 (9%) y síntomas esofágicos después de funduplicatura en 15 (7.5%).
En la Tabla 3 se muestra la distribución de los diferentes diagnósticos de los trastornos motores del esófago de acuerdo a los criterios de la clasificación de Chicago y la tradicional. En la Tabla 4 se presentan los trastornos motores esofágicos diagnosticados por la CC y la CT, de acuerdo a la presencia de dolor torácico o disfagia como síntoma predominante en los pacientes.
En las Figuras 1 a 3 se muestran imágenes de MAR y trazos de manometría convencional de pacientes en los cuales con la MAR se identifica un trastorno motor esofágico y con la manometría convencional el trastorno motor no es detectado.
¿ Figura 1 A. Manometrìa esofágica de alta resolución con peristalsis hipertensiva según CC. B. Manometrìa tradicional con peristalsis normal.
¿ Figura 2 A. Manometrìa esofágica de alta resolución con presurización rápidamente propagada según CC. B. Manometrìa tradicional con peristalsis normal.
¿ Figura 3 A. Manometría esofágica de alta resolución con obstrucción funcional B. Manometría tradicional con peristalsis normal y esfínter hipertenso.
En la Figura 1 se muestra un trazo de MAR (Figura 1A) y de manometría tradicional (Figura 1B). Con la MAR se identifica una peristalsis hipertensiva, que no se observa con la manometría tradicional. En la Figura 2A, la MAR muestra un trastorno motor esofágico con presurización rápidamente propagada según la CC y un trazo normal con la CT. En la Figura 3A se muestra una imagen de obstrucción funcional según la CC, que muestra solamente un esfínter hipertenso en la manometría tradicional.
¿ Discusión
La manometría de alta resolución es una técnica que permite hacer un mapeo detallado espacio-temporal de la función motora, catalogado como de mínima invasión, aprobado por la FDA (Food and Drug Administration, USA), Unión Europea y Therapeutic Goods Administration (Australia) para aplicación clínica y de investigación en diversas áreas del tubo digestivo.11 Se ha reconocido que la MAR tiene ventajas clínicas importantes que incluyen una duración menor del procedimiento (10 minutos) lo que redunda en una mejor tolerancia para el enfermo. Así mismo se ha sugerido que el reconocimiento de los patrones de normalidad y anormalidad de la topografía de la presión esofágica con MAR es aprendido más fácilmente que la manometría convencional por personal con poca experiencia en estas técnicas de evaluación de la función esofágica.
Si bien se le puede considerar como una adaptación de las técnicas manométricas previas, aunque más fácil y rápida de desarrollar, la mayor ventaja de la MAR radica en la obtención de un estudio con un formato uniforme que provee, gracias a los gráficos de presión, una imagen continua de las contracciones esofágicas desde el EES hasta la UEG.9-12 Además, estandariza medidas objetivas tanto de la peristalsis esofágica como de la función esfinteriana y permite identificar con precisión la contribución del EEI y de la CD en la función motora de la UEG, así como de una mejor caracterización de la hernia hiatal.6,8,10-12 Utilizando los contornos isobáricos se distingue de manera sencilla entre la presurización intraesofágica (pseudo-espasmo) y la contracción rápidamente propagada o espasmo.
En esta serie de 200 pacientes mexicanos sometidos a manometría de alta resolución, pudimos identificar las principales diferencias entre la CC y la CT de los trastornos motores del esófago. El menor número de estudios normales detectados en la CC vs. la CT (19% vs. 61.5%), se debe a que las alteraciones del EEI en la CC implican una entidad independiente y exigen como criterio una peristalsis normal. En la CT el esfínter hipotenso puede coexistir con un trastorno motor del cuerpo esofágico, además, en esta clasificación no se considera al EEI hipotenso per se como un TME. Encontramos una distribución similar de la disfunción peristáltica o de la motilidad esofágica inefectiva en la CC y la CT (30% vs. 29.5%). Sin embargo, en la CC se subclasifica la disfunción peristáltica en leve y grave de acuerdo a parámetros de contornos de presión y número de ondas propagadas, haciendo el diagnóstico más preciso. Esta subclasificación adquiere mayor relevancia ya que recientemente se ha correlacionado la disfunción peristáltica obtenida con MAR con el tránsito esofágico medido por impedancia.
Aquellos pacientes con defectos mayores de 2 cm en el contorno isobárico de 30 mmHg entre los segmentos S2 y S3 (tercio medio y distal del esófago) correlacionan con tránsitos esofágicos incompletos y mayor frecuencia de disfagia.1,8,9 Este fenómeno no es posible identificarlo con la manometría convencional.
La mayor diferencia la encontramos en los trastornos por peristalsis hipertensa. Usando la topografía de la presión esofágica se identificaron un mayor número de esófagos en cascanueces que con la manometría convencional (8.5 vs. 2.5%). Además la CC permite distinguir tres subtipos de esófagos en cascanueces de acuerdo al DCI y su localización (segmentaria o en el EEI). La CC define un nuevo trastorno motor conocido como obstrucción funcional cuando existe una presión intrabolo aumentada y una relajación de la UEG anormal.13
Nosotros identificamos dos casos de esta alteración motora. En estudios recientes, se ha sugerido que la obstrucción funcional parece ser la etapa inicial de una acalasia, lo cual tiene implicaciones terapéuticas y pronósticas. Con la manometría convencional y debido al movimiento que experimenta el esófago durante la deglución, el sensor localizado en el EEI sufre un desplazamiento distal lo cual resulta en registro falso de una relajación adecuada o pseudo-relajación. Este artefacto de la manometría convencional limita la detección de la obstrucción funcional.
La CT de motilidad esofágica, reconoce el significado de contracciones simultáneas sin lograr hacer distinción entre contracciones simultáneas atribuibles a una propagación rápida por obliteraciones intraluminales y a las atribuibles a una obstrucción baja con resultado de compartamentalización presurizada intraesofágica.8
Los nuevos sistemas de clasificación derivados de la MAR y presión topográfica, han permitido reevaluar algunas entidades del antiguo sistema de clasificación como es el caso de la acalasia. Ésta se ha reclasificado en tres grupos que incluyen la acalasia clásica, con compresión y la acalasia espástica. La importancia clínica radica en que se puede predecir la mejor respuesta al tratamiento médico, endoscópico o quirúrgico.11,12
Nuestro estudio tiene varias limitaciones que incluyen la incapacidad para establecer la correlación entre síntomas clínicos y los trastornos motores esofágicos diagnosticados según la CC y la CT debido que no utilizamos cuestionarios validados de disfagia, reflujo o dolor torácico. Nuestra serie de pacientes fue estudiada en un hospital privado de la ciudad de México, que podría implicar un sesgo de selección debido a que en este tipo de hospital el principal motivo de estudio de la función esofágica es la evaluación de pacientes candidatos a cirugía antirreflujo. No se realizaron estudios de variabilidad inter e intraobservador. La investigación sobre el significado clínico de los diagnósticos de los trastornos motores establecidos con esta nueva tecnología y nuevos criterios de clasificación, así como la variabilidad inter e intraobservador para establecer los diagnósticos manométricos será motivo de futuras investigaciones por nuestro grupo.
Correspondencia: Dra. Ana Teresa Abreu y Abreu.
Camino a Santa Teresa No. 1055. Planta baja. Colonia Héroes de Padierna. Del. Magdalena Contreras. C.P. 10700. México D.F.
Teléfono 55-5652-2011 extensión 3094.
Correo electrónico: aaananbr571@gmail.com
Recibido el 30 de agosto de 2010;
aceptado el 13 de octubre de 2010.