TY - JOUR T1 - Manejo del esófago de Barrett: del tamizaje a los nuevos tratamientos JO - Revista de Gastroenterología de México T2 - AU - Thoguluva Chandrasekar,V. AU - Vennalaganti,P. AU - Sharma,P. SN - 03750906 M3 - 10.1016/j.rgmx.2015.07.007 DO - 10.1016/j.rgmx.2015.07.007 UR - http://www.revistagastroenterologiamexico.org/es-manejo-del-esofago-barrett-del-articulo-S0375090616000069 AB - El esófago de Barrett es un trastorno premaligno del esófago en el cual el epitelio escamoso de la porción distal del esófago es reemplazado por epitelio columnar. Debido a que la incidencia de adenocarcinoma esofágico se encuentra al alza, la mayoría de las sociedades de Gastroenterología han emitido sus propias recomendaciones para el tamizaje y la vigilancia. Factores específicos como la obesidad, la raza blanca, la edad por encima de los 50 años, el inicio del ERGE a edad temprana, el tabaquismo y la hernia hiatal han sido identificados como factores que incrementan el riesgo de esófago de Barrett y adenocarcinoma. El diagnóstico requiere tanto de la identificación endoscópica de mucosa con revestimiento columnar como de la confirmación histológica con biopsia. La mayoría de las sociedades médicas recomiendan tamizar a todas las personas con ERGE, así como aquellos con otros factores de riesgo con endoscopia; sin embargo, otras alternativas que utilizan métodos menos invasivos se encuentran bajo estudio en la actualidad. Las estrategias de vigilancia varían dependiendo de los hallazgos endoscópicos y se recomienda el protocolo de biopsias de Seattle con un muestreo de 4 cuadrantes aleatorizado. Algunos biomarcadores han mostrado resultados prometedores, aunque se requieren de más estudios en el futuro. La endoscopia de luz blanca es el estándar en la práctica, sin embargo, otras modalidades de imagen más avanzadas han mostrado resultados variables y, por lo tanto, se esperan más estudios para obtener validación adicional. Las técnicas de erradicación endoscópica, incluyendo tanto la resección como la ablación, han mostrado buenos resultados, aunque variables, en el tratamiento de lesiones displásicas confinadas a la mucosa. Los procedimientos de resección para remover las lesiones visibles seguida por la ablación de la mucosa displásica han mostrado los mejores resultados, con tasas de erradicación más altas y menores tasas de recurrencia. El manejo quirúrgico está reservado para lesiones con invasión de la submucosa y propagación a ganglios linfáticos con un riesgo incrementado de metástasis. ER -