Russmann S, Lamerato L, Marfatia A et al. Risk of impaired renal function after colonoscopy: a cohort study in patients receiving either oral sodium phosphate or polyethylene glycol. Am J Gastroenterol 2007;102:2655-63.
Objetivo: Evaluar la frecuencia y predictores de falla renal secundarios a la preparación para colonoscopia con fosfato de sodio o polietilenglicol (PEG).
Sitio: Grupo multidisciplinario del sistema de salud de Detroit, Michigan, E.U.A.
Diseño: Análisis retrospectivo de una base de datos.
Métodos: Se analizó la base de datos del Sistema de Salud Henry Ford de Detroit para incluir pacientes con colonoscopia realizada entre 1999 a 2005 que recibieron preparación colónica con fosfato de sodio o PEG, sin nefropatía previa y con determinación de creatinina 12 meses previos y 6 meses posteriores a la colonoscopia. Se excluyeron pacientes con tasa de filtración glomerular (TFG) <60 mL/min en los 12 meses previos al procedimiento. Se consideró falla renal en aquellos con TFG <60 mL/min y disminución de >10 mL/ min con respecto al valor previo o incremento de la creatinina al doble de su valor basal en los 6 meses posteriores a la colonoscopia.
Resultados: De 7,897 pacientes con colonoscopia sólo 2,352 reunieron los criterios de inclusión. Se detectó falla renal en 9 (3.3%) de 269 pacientes que recibieron PEG y 79 (3.7%) de 2,083 que recibieron fosfato de sodio no habiendo diferencia estadística entre ambos grupos. El análisis univariado mostró asociación con falla renal en edad >65 años, TFG basal baja (60-90 mL/min), hipertensión, manejo concomitante con IECA, bloqueadores de la reninaangiotensina o tiazidas.
Conclusiones: El riesgo de falla renal después de una colonoscopia en pacientes sin nefropatía previa, parece ser similar entre los que recibieron fosfato de sodio o PEG.
ComentarioInformes previos en la literatura han asociado la administración de fosfato de sodio con falla renal y ne-frocalcinosis,1,2 por lo que han surgido dudas acerca de su seguridad. El mecanismo de falla renal, se ha relacionado a depleción de volumen intravascular y aumento de fosfatos urinarios con precipitación de fosfato de calcio en los túbulos renales.3 El presente estudio no demostró diferencias al compararse con PEG en donde el riesgo de falla renal fue bajo (<4%) en pacientes sin nefropatía. Otro estudio publicado recientemente, mostró resultados similares.4 En el trabajo que aquí presentamos, podría haber un sesgo de selección al incluir solamente al 30% de la población total, excluyéndose a la mayoría de los sujetos, debido a la falta de determinación de creatinina durante el periodo del estudio. Por otro lado, la administración de fosfato de sodio o PEG fue por decisión médica no aleatorizada, lo que podría haber influido en la selección de pacientes con ciertos factores de riesgo con la consecuente modificación de los resultados. Basado en lo anterior y hasta contar con evidencia clara, es conveniente seguir las recomendaciones de la Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal que menciona que el fosfato de sodio y PEG tiene un efecto similar en la preparación para colonoscopia; sin embargo, es preferible PEG en pacientes con edad avanzada, falla renal, hiperfosfatemia, insuficiencia cardiaca congestiva o hepatopatía. Además, se recomienda una hidratación adecuada en pacientes con factores de riesgo para prevenir una disminución en la presión arterial, hiperfosfaturia tubular o aumento en la osmolaridad urinaria.5