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Vol. 77. Núm. 3.
Páginas 103-105 (Julio - Septiembre 2012)
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Editorial
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«El inglés: la quinta era del lenguaje de la medicina»
“English: the fifth age in the language of medicine”
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J.M. Remes-Troche
Investigador Titular de Tiempo Completo, Laboratorio de Fisiología Digestiva y Motilidad Gastrointestinal, Instituto de Investigaciones Médico Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), Iturbide s/n, Colonia Centro, C.P. 91400, Veracruz, Ver, México
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Tabla 1. Análisis lingüístico de 161 publicaciones de revistas de la especialidad de Gastroenterología
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En la actualidad, la necesidad de dominar el idioma inglés es una cuestión indudable en un mundo globalizado, donde éste se ha convertido en la lengua de comunicación por excelencia. El inglés, es el vehículo de comunicación dominante en todos los niveles: político, económico, comercial, científico y tecnológico. Pero, ¿qué es lo que ha llevado a que este idioma se esté convirtiendo en una lengua «franca» en la medicina? Contestar dicha pregunta no es sencillo, pero a continuación expongo los motivos que han llevado a la evolución del inglés como el idioma dominante en las ciencias.

El lenguaje de la medicina ofrece interesantes retos tanto para los historiadores de la medicina como para los lingüistas. Los eruditos clásicos han analizado los contenidos y el lenguaje de los registros médicos más antiguos en gran detalle, pero el desarrollo posterior de la terminología médica ha recibido mucha menos atención1. De forma resumida la historia del lenguaje en la medicina se resume en 5 eras:

  • 1)

    La Era del Griego: La más antigua de las fuentes escritas de la medicina occidental son los escritos hipocráticos de siglos antes de Cristo, que cubren todos los aspectos de la medicina en ese momento y contienen numerosos términos médicos. Esta era se prolongó incluso después de la conquista romana, ya que los romanos que no tenían ninguna tradición médica similar, importaron la medicina griega. Nuestro legado griego consta de numerosos nombres de enfermedades y síntomas, tales como diarrea (paso continuo) y melancólico (perteneciente a la bilis negra).

  • 2)

    La Era del Latín: A principios del siglo I después de Cristo, cuando el griego seguía siendo la lengua de la medicina, un aristócrata romano, Celso, ante la ausencia de equivalentes latinos, latinizó palabras griegas, pero tratando de conservar la terminología griega anatómica mediante la traducción de estos términos al latín. Así pues, en este proceso se incluyeron por ejemplo, palabras como el griego pyloros (píloro) y eileos (íleo), al igual que ciego que proviene de la traducción de typhlon. Como se sabe, nuestro idioma español como las otras lenguas romances, es una continuación moderna del latín hablado (denominado latín vulgar) desde el siglo III, que tras el desmembramiento del Imperio Romano fue divergiendo de las otras variantes del latín, que se hablaban en las distintas provincias del antiguo Imperio Romano, dando lugar mediante una lenta evolución a las distintas lenguas romances. Debido a su propagación por América, el español es la lengua romance que ha logrado mayor difusión.

  • 3)

    La Era del Árabe: Durante la Edad Media, una tercera lengua que ganó importancia en la medicina fue el árabe. Los estudiosos del mundo árabe también hicieron contribuciones originales a la literatura médica, y algunos términos árabes (por ejemplo, nuca, jaqueca, jarabe) encontraron su camino en la medicina occidental. Sin embargo, en el momento del renacimiento tanto las obras griegas y árabes fueron traducidos al latín.

  • 4)

    La Era de los Lenguajes Nacionales: Debido a la sustitución del latín como vehículo de comunicación internacional, se empiezan a utilizar en la medicina idiomas como el francés, alemán e inglés, la mayoría de estos utilizados sólo a nivel nacional. Los idiomas nacionales de la medicina tenían mucho en común, ya que la mayoría de los términos médicos se obtuvieron a partir del latín, pero había diferencias semánticas que aún persisten. El uso regional de estas lenguas aunque fue muy útil para la comunicación entre poblaciones con raíces similares (por ejemplo las lenguas germánicas en Alemania, Holanda, Suiza, Polonia, entre otros), no permitió la globalización de la ciencia.

  • 5)

    La Era del Inglés: El inglés es una lengua germánica, pero la mitad de su vocabulario es de origen romance, y el inglés médico tiende a seguir el patrón de las lenguas romances. Hasta mediados del siglo xx, el alemán, el inglés y el francés funcionaron como lenguas vehiculares, es decir, como lenguas auxiliares para todo aquel que necesitara una comunicación internacional, debido a que era también en esos países donde se llevaba a cabo la mayor producción científica. Sin embargo, surge la preocupación de que la multiplicidad lingüística actúe como una barrera que impida conocer los avances producidos en las distintas naciones. Quizás es después de la II Guerra Mundial, que el inglés se convierte en la lengua vehicular o lengua franca. Una lengua franca es el idioma adoptado para un entendimiento común entre personas que no tienen la misma lengua materna. La aceptación puede deberse a mutuo acuerdo o a cuestiones políticas, económicas, entre otras.

Hoy en día, todas las revistas médicas más influyentes están escritas en inglés y se ha convertido en el idioma de su elección en las conferencias internacionales. Así pues, hemos entrado en la era de la medicina en inglés. De acuerdo con Alcina-Caudet2, existen 2 situaciones que han coincidido para que el inglés sea el idioma actual de la medicina. La primera, es que en los países anglosajones se realiza una gran parte de la investigación científica relevante. Los investigadores que quieren estar al tanto de los últimos acontecimientos en el mundo de la ciencia deben conocer y leer en inglés, la difusión que se realiza de estos avances. La segunda, es que en Estados Unidos y Europa están localizadas las mejores empresas de documentación que se ocupan de recopilar la información científica, de elaborar los repertorios bibliográficos (por ejemplo PubMed, Scopus, SciVerse), y de obtener estadísticas acerca del impacto de las revistas científicas. Cuando un investigador se interesa por un tema específico de su área de conocimiento, la forma más rápida y eficaz de conseguir información actualizada es consultar esas bases de datos. Debido a esto, si un científico quiere que su investigación sea conocida mundialmente por otros colegas de su especialidad, necesita que sus descubrimientos sean difundidos en revistas con un alto índice de impacto, y para ello es importante que su artículo esté escrito en inglés.

¿Qué hay respecto al idioma de la Gastroenterología? En una búsqueda realizada bajo el término «Gastroenterología», en la National Library of Medicine (NLM) y el National Center of Biotechnology and Information (NCBI), pude localizar en esos repositorios 189 revistas de nuestra especialidad, de las cuales al menos 28 ya no están en circulación o se encuentran duplicadas, por lo que sólo realice un análisis de 161 publicaciones. El análisis lingüístico resulta muy interesante (tabla 1). No queda duda que el idioma que domina nuestra especialidad es el inglés, pero es de llamar la atención como además de los países europeos, este idioma ha sido adoptado como su lenguaje científico por países denominados como economías emergentes o BRICK (Brasil, Rusia, India, China y Corea). La excepción lo sería Rusia. Cabe resaltar, como incluso otros países, Egipto, Turquía, Arabia Saudita y Bangladesh publican acerca de la especialidad sólo en inglés. Es notoria la existencia de países como Francia y Alemania, que se han quedado en la era de los lenguajes nacionales, y respecto a Iberoamérica parece ser que no nos queremos desprender del idioma español en las publicaciones de la especialidad.

Tabla 1.

Análisis lingüístico de 161 publicaciones de revistas de la especialidad de Gastroenterología

País  Número de publicaciones en inglés  Número de publicaciones en inglés y en el idioma original  Número de publicaciones sólo en el idioma original 
Estados Unidos  62     
Reino Unido  21     
Italia 
Japón   
China   
Australia y Nueva Zelanda     
Francia   
Canadá     
Corea del Sur   
Brasil   
Holanda     
India     
Suiza   
Rumania   
Alemania   
Turquía   
México   
Grecia     
Dinamarca     
Irán     
Egipto     
Arabia     
Bangladesh     
Bélgica     
Rusia     
España   
Perú     
Argentina     
Venezuela     
República Checa     

Creo que ha llegado el momento de la transición del español al inglés en nuestra revista. Desde el primer número de este año, la Revista de Gastroenterología México se está publicando en línea en los 2 idiomas (inglés y español), y la versión impresa publica artículos tanto en español como en inglés, de acuerdo a como estos hayan sido sometidos por sus autores. Pero será necesaria la impresión de nuestra revista en el idioma inglés, para obtener el tan deseado factor de impacto y estar en los repositorios adecuados. Esperamos que esta transición permita una mayor visibilidad de nuestra producción científica a nivel global, pero mantendremos una opción en línea que preserve y facilite dicha información para nuestros lectores en español.

Para finalizar, reproduzco una reflexión más de Alcina-Caudet2 en este ensayo que los invito a revisar a detalle: «pese al afán de algunos investigadores por conservar la lengua española como lengua de difusión de sus conocimientos, en ocasiones resulta imposible frenar esta inercia imparable que lleva al uso de una lengua vehicular ajena a la lengua materna. El mismo Ramón y Cajal tuvo que desistir de su empeño en publicar la revista de su Instituto en español y pasó a publicarla en francés, pese a su conocida apasionada defensa del idioma español».

Financiamiento

No se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.

Conflictos de intereses

Dr. José María Remes-Troche es Miembro del Consejo Asesor de Takeda Pharmaceuticals, Alfa-Wasserman y Janssen. Ponente para Nycomed-Takeda, Astra-Zeneca y Bristol-Myers-Squibb.

Bibliografía
[1]
R.K. Wulff.
The lenguaje of medicine.
J R Soc Med, 97 (2004), pp. 187-188
[2]
M.A. Alcina-Caudet.
El español como lengua de la ciencia y de la medicina.
Panace @, 2 (2001), pp. 47-50
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