¿ Introducción
El páncreas ectópico se define como la presencia de tejido pancreático fuera de su localización anatómica normal, con ausencia de la continuidad vascular anatómica del páncreas. Esta anomalía congénita se encuentra con una frecuencia de 0.55% a 13% en autopsias, 70% se ubica en estómago, principalmente en la región prepilórica, sobre la curvatura mayor.1 La mayoría de los sujetos se encuentran asintomáticos o presentan síntomas inespecíficos como dolor abdominal y distensión. Aunque pueden manifestar clínicamente enfermedades del páncreas, incluyendo pancreatitis, neoplasias como carcinoma, tumor de células de los islotes y quistes.2 El páncreas ectópico gástrico, así como otros tumores subepiteliales, presentan un reto diagnóstico prequirúrgico. Habitualmente la biopsia endoscópica con fórceps no es útil para el diagnóstico por la profundidad de estas lesiones. Aunque la ecoendoscopia es útil para el diagnóstico y para determinar la capa de la pared gástrica en que se origina la lesión, no permite distinguir entre los diferentes tipos histológicos de lesiones subepiteliales particularmente el tumor del estroma gastrointestinal.3 Presentamos el caso de una lesión pancreática ectópica en el antro del estomago originada en la segunda capa de la pared gástrica (muscularis de la mucosa) que fue resecada con la técnica de resección endoscópica de la mucosa (REM) asistida por capuchón.
¿ Reporte del caso
Hombre de 30 años de edad, sin antecedentes de importancia, referido para evaluación de lesión subepitelial, con sintomatología de dispepsia y distensión abdominal. A la exploración física con abdomen blando, depresible, no doloroso a la palpación sin otros hallazgos relevantes. Los estudios de sangre incluyendo amilasa y lipasa dentro de límites normales. La endoscopia de tubo digestivo alto mostró una lesión subepitelial sobre curvatura mayor del antro gástrico de aproximadamente 12 milímetros de diámetro con mucosa superficial normal. El estudio citopatológico informó mucosa gástrica normal. Se realizó una endosonografía con ecoendoscopio radial (Olympus GF-UE160), que mostró una lesión hipoecóica, homogénea, de bordes bien delimitados, que se origina en la muscularis de la mucosa de 12 milímetros sin evidencia de adenopatías (Figura 1). Se realizó resección endoscópica de la mucosa con un equipo de REM (Olympus K-009), que incluye un capuchón que se coloca en la punta del endoscopio; el capuchón tiene un borde interno en el que se coloca una asa electro-quirúrgica con forma de media luna. Posterior a la endosonografía se insertó un endoscopio terapéutico (Olympus GIF-H180) con el capuchón. Se inyectaron 5 mL de solución salina elevando la mucosa circundante, pero con mínima elevación de la lesión subepitelial y se aplicó una banda elástica en la base de la lesión. Se succionó la lesión dentro del capuchón con el asa colocada. El asa fue apretada y la lesión fue alejada del capuchón con visión directa para garantizar que no fuera capturada una cantidad excesiva de la pared gástrica. La lesión fue resecada utilizando corriente de corte y coagulación, extrayéndose con el endoscopio (Figura 2). No hubo complicaciones y el paciente fue egresado con la prescripción de un inhibidor de bomba de protones vía oral. La pieza de resección midió 11 milímetros. El examen histológico mostró mucosa gástrica antral normal suprayacente a estructuras ductales complejas en la muscularis de la mucosa y submucosa con proliferación de acinos pancreáticos e islotes de Langherhans con configuración lobular. El margen de profundidad estaba compuesto por submucosa sin tejido de la muscular propia (Figura 3).
¿ Figura 1. A. Endoscopia. Lesión subepitelial en curvatura mayor del antro gástrico. B. Endosonografía. Lesión hipoecoica de la segunda capa (muscularis de la mucosa) de la pared de antro gástrico.
¿ Figura 2. Resección endoscópica de la mucosa asistida con capuchón.
¿ Figura 3. A, B. Tinción con hematoxilina-eosina. Acinos pancreáticos con presencia de conductos y ocasionales islotes de Langherhans con configuración lobular. C. Tinción de ácido peryódico de Schiff (PAS).
¿ Discusión
La diferenciación de las lesiones subepiteliales es crucial, ya que algunos estudios han mostrado que hasta una de cada cinco pueden ser neoplásicas.4 La endosonografía ha mostrado ser útil para caracterizar estas lesiones, identificar la capa de la pared gastrointestinal en que se origina la lesión, establecer el patrón ecogénico y el tamaño de la lesión. Los hallazgos de una lesión subepitelial hipoecoica, homogénea que se origina en la tercera capa de la pared gástrica (submucosa) con una estructura ductal en su interior, es muy sugestivo de un páncreas ectópico.5 Sin embargo, en este caso la lesión subepitelial se origina en la segunda capa de la pared gástrica (muscularis de la mucosa) lo cual es un hallazgo poco frecuente que se presenta hasta en 17%6 y no se observa una estructura ductal en su interior. Aunque estos hallazgos son sugestivos de un páncreas ectópico, el diagnóstico diferencial incluye otras lesiones hipoecóicas subepiteliales entre las que se encuentran los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) y el tumor carcinoide las cuales tienen un potencial maligno. La endosonografía como método diagnóstico único tiene una sensibilidad y especificidad de 64% y 80%, respectivamente, para diferenciar entre lesiones benignas y malignas mejorando notablemente la precisión diagnóstica con punción con aguja fina y obtención de citoaspirado.7 Actualmente la histología es el patrón de oro (gold standard) para diferenciar los diferentes tipos de lesiones subepiteliales. Desafortunadamente, la biopsia endoscópica mucosa convencional no es útil por superficial. Como resultado sólo se puede obtener una buena pieza de resección para examen histológico a través de técnicas invasivas como REM, biopsia por aspiración con aguja fina guiada por endosonografía o resección quirúrgica.8 La biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF) guiada por endosonografía permite la evaluación citológica de las lesiones subepiteliales con una precisión diagnóstica de 81% a 90%, particularmente para GIST, pero la técnica tiene algunas limitaciones. Particularmente por la naturaleza firme de las lesiones subepiteliales, rendimiento citológico pobre y la excesiva cantidad de fuerza que se requiere para penetrar la lesión con la aguja.9 La introducción de la endosonografía y resección endoscópica de la mucosa ha cambiado el manejo de las lesiones subepiteliales menores de tres centímetros, permitiendo que la mayoría de estas lesiones sean resecadas en bloque en una sesión endoscópica.10 Cuando se considera a un sujeto con una lesión subepitelial para resección endoscópica de la mucosa asistida por capuchón, debe realizarse una endosonografía para asegurar que la lesión se encuentra dentro de las tres primeras capas de la pared gástrica que representan la mucosa y la submucosa. Esta técnica no debe realizarse en lesiones que se originan en la cuarta capa de la pared gástrica (muscular propia) por el riesgo de perforación y sangrado. Otra limitación es en lesiones mayores de 15 mm ya que no pueden ser succionadas dentro del capuchón. Esta técnica ha mostrado tener un riesgo bajo de complicaciones siendo el principal de ellos el sangrado reportado hasta en 5% de los sujetos.10 Actualmente, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA) recomienda en lesiones subepiteliales gástricas asintomáticas, individualizar cada caso para el tratamiento óptimo, incluyendo la vigilancia periódica endoscópica o endosonográfica, resección endoscópica o quirúrgica, sugiriendo no dar seguimiento al páncreas ectópico gástrico asintomático.11 Aunque este caso confirma la posibilidad de realizar resección endoscópica de la mucosa, se requieren más estudios para determinar la seguridad y eficacia de esta técnica en lesiones subepiteliales gástricas.
Correspondencia: Dr. Juan Carlos Salceda Otero.
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Teléfono: (571) 628 6060.
Correo electrónico: lsabbagh@colsanitas.com
Recibido el 25 de junio de 2010;
aceptado el 27 de septiembre de 2010.