Las comunidades de Gastroenterología y Hepatología están profundamente afligidas por el inesperado fallecimiento del Dr. Paul Angulo. Paul fue un investigador médico excepcional con prestigio internacional en enfermedad hepática grasa no-alcohólica y autoinmune.
Paul obtuvo su título de médico en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hídalgo en México y luego realizóuna estancia de investigación predoctoral bajo la tutoría dela Dra. Guadalupe García-Tsao en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en la ciudad de México. Posteriormente hizo su residencia en Medicina Interna, donde fue jefe de residentes durante el último año y luego terminó su especialización de Gastroenterología en el mismo Instituto.
Posteriormente se trasladó a la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota para iniciar una estancia de investigación postdoctoral bajo la tutela del Dr. Keith Lindor, donde fue promovido primero a Profesor Asistente y después Profesor Asociado. Al momento de su muerte, Paul era Profesor de Medicina y jefe de Hepatología en la Universidad de Kentucky.
Paul fue muy prolífico. Escribió más de 100 manuscritos médicos, la mayoría de ellos fueron publicados en revistasde alto impacto como New England Journal of Medicine 1, Gastroenterology 2, Hepatology3 y Journal of Hepatology4, entre muchos otros. Uno de sus principales logros fue el desarrollo de sistemas de puntaje de fibrosis que actualmente constituyen la herramienta no invasiva más aceptada para predecir fibrosis (www.nafldscore.com) 5 y el pronóstico de los pacientes con enfermedad hepática grasa no alcohólica 6.
Paul también tuvo numerosas presentaciones en congresos internacionales, incluyendo la semana de enfermedades digestivas de la Asociación Americana de Gastroenterología, la reunión de la Asociación Americana para el estudio de las enfermedades del hígado y el congreso internacionalde la Asociación Europea para el estudio del hígado; sin embargo, él siempre mantuvo una estrecha relación con la Asociación Mexicana de Gastroenterología, participando como orador principal en varias reuniones y además sirvió como parte del consejo editorial de la Revista de Gastroenterología de México, la revistaoficial de nuestra asociación.
Para aquellos que tuvimos la oportunidad de trabajar con él 7,8,tenía una personalidad intensa. Como mentor, siempre fue sincero y valoraba muchoa sus estudiantes de pre- y postgrado e incondicionalmente estaba dispuesto a ayudarlos con todos los problemas, menores y mayores. Invariablemente fue entusiasta con respecto a la investigación clínica, y su entusiasmo era contagioso y enérgico.
Después de la tristeza por la pérdida irreparable de un gran investigador clínico, nuestro consuelo debe basarse en el recuerdo de sus varios logros obtenidos a su corta edad que prevalecerán en beneficio del manejo delas enfermedades hepáticas para las próximas generaciones.
“Todo hombre muere - no todo hombre realmente vive” (William Ross Wallace).