La ingestión accidental de cuerpos extraños es frecuente en Pediatría entre 6 meses y 3 años de edad. En 2011, la Asociación Americana de Centros de Control de Intoxicaciones reportó 95,705 casos de ingestión de cuerpos extraños en menores de 20 años con 74,725 en niños menores de 5 años, de los cuales 80% se eliminan de manera espontánea, el 20% requieren un abordaje endoscópico y el 1% cirugía1–3. Entre los más comunes, están monedas, piezas de juguetes, baterías y, menos frecuentes, los imanes.
La ingesta accidental de imanes de alto poder (inventados en 1982, compuestos por hierro, boro, neodimio y de samario-cobalto con poder de atracción 10 veces mayor y fuerzas de hasta 1,300 G, capaces de atraerse a través de 6 capas de intestino) ha mostrado un aumento en menores de 5 años por su disponibilidad en accesorios de escritorio, juguetes, perforaciones («piercings») y collares con supuesto poder curativo. En 2006 se reportaron 20 casos por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el 75% asociado a perforación intestinal, con 200 reportes en 20084,5. La ingesta accidental de imanes muestra un pico entre los 2-4 años y entre los 8 y 10 años, más frecuente en hombres, reportado entre el 55 y el 72%6.
En este reporte describimos un caso de ingesta accidental de múltiples imanes en un lactante mayor con síntomas gastrointestinales y cuyo manejo endoscópico precoz disminuyó la morbilidad asociada descrita en la literatura.
Caso clínicoPaciente masculino de 23 meses de edad, previamente sano, que presenta dolor abdominal tipo cólico, hiporexia, acompañado de vómitos de contenido gastrointestinal. Acude a una clínica privada donde realizaron un radiografía simple de abdomen, con presencia de un objeto radioopaco en la cámara gástrica; presentó aumento del dolor abdominal y vómitos de contenido gástrico, por lo que es referido a nuestra institución. Al interrogatorio, sin antecedentes de ingesta de algún objeto referido por los padres. En la exploración física, abdomen blando, depresible, doloroso a la palpación a nivel de epigastrio, sin signos de irritación peritoneal ni abdomen agudo. Se realizó una radiografía simple de abdomen (6 h después de la primera) (fig. 1), observando cuerpo extraño de aspecto metálico en la cámara gástrica, de aproximadamente 9cm de longitud, por lo que se decide realizar un estudio endoscópico en virtud de la sintomatología y la evidencia radiográfica.
Se realizó una videopanendoscopia diagnóstica y terapéutica a las 19 h de iniciado el cuadro clínico, identificándose un cuerpo extraño metálico de 10cm de longitud, formado por 15 piezas ovaladas de 4mm de ancho por 5mm de largo adheridas entre sí, sobre la curvatura mayor del estómago; se extrajo el cuerpo extraño con pinza fórceps y por laringoscopia con pinza de Magill (fig. 2). En la inspección, la mucosa gástrica presentó algunas erosiones superficiales y eritema.
DiscusiónLa ingestión de un imán aislado es inocuo, similar que en otros cuerpos extraños. La presencia de múltiples imanes representa mayor riesgo. En casos donde los imanes están en distintos segmentos del intestino, la presión ejercida podría provocar lesiones de mucosa: erosiones, úlceras, isquemia y necrosis de la pared intestinal ubicada entre ellos; perforación, peritonitis, obstrucción intestinal y fístulas. Se han reportado la formación de vólvulos de intestino delgado7 y hemorragias intraperitoneales8, ameritando realizar una resección intestinal amplia que conduce a síndrome de intestino corto y mayor mortalidad.
La radiografía simple de abdomen puede ser útil para establecer el diagnóstico; en casos de ingestión de múltiples piezas, estas pueden atraerse, alinearse y dar la apariencia que están en el mismo lugar: «un solo objeto». La falta de movilidad de los imanes en controles radiográficos puede ser secundaria al atrapamiento de un asa de intestino, lo que genera las complicaciones descritas8–10.
La ausencia de manifestaciones clínicas no debe excluir la intervención intensiva en casos de ingestión de múltiples magnetos en diferentes segmentos del tracto gastrointestinal.
Se ha publicado recientemente, por Hussain et al. (NASPGHAN 2012), un algoritmo de manejo en población infantil:
- 1.
Realizar diagnóstico con presencia de síntomas gastrointestinales y/o antecedentes de magnetos pequeños, radiografía simple de abdomen.
- 2.
Determinar si son únicos o múltiples, con objetos metálicos, mediante radiografías en diferentes posiciones, en caso de los 2 últimos debe tratarse como una urgencia por el alto riesgo de perforación.
- 3.
Se recomiendan radiografías cada 8-12 h si el cuerpo extraño está en el intestino para evaluar la progresión del mismo; en caso de que en 24 h no progrese, se indica la remoción endoscópica o quirúrgica del objeto. No se han descrito reportes de eliminación espontánea de magnetos múltiples4.
La sospecha y el conocimiento de las complicaciones asociadas a la ingesta accidental de imanes únicos o múltiples, acompañados o no de objetos metálicos, es obligado por parte del personal de salud y familiares para poder realizar un diagnóstico y tratamiento precoz y adecuado. En este caso de ingesta múltiple de imanes, los cuales se alinearon dentro de la cámara gástrica, no existió el paso hacia otros segmentos del tracto gastrointestinal, permitiendo el manejo endoscópico sin complicaciones.