El trasplante hepático ortotópico (THO) es el tratamiento de elección para pacientes con enfermedad hepática terminal, insuficiencia hepática aguda, carcinoma hepatocelular y otras enfermedades hepáticas1.
Sin embargo, la tasa de mortalidad en la lista de espera para trasplante hepático ha aumentado debido a la alta demanda y escasez de órganos en todo el mundo y en México2. Para solucionar este problema se han realizado esfuerzos para ampliar el pool de potenciales donadores, incluyendo algunos considerados de «alto riesgo» o marginales. Un ejemplo son los donantes con hemocultivos positivos, cuyos órganos pueden ser trasplantados con seguridad, excepto aquellos con sepsis y falla multiorgánica al momento de la procuración3.
A continuación se presenta el caso de un receptor de THO, cuyo donante tuvo bacteriemia confirmada por Acinetobacter baumannii (A. baumannii) multiresistente (MDR, del inglés multidrug-resistant).
Hombre de 66 años inició su padecimiento actual en el año 2016 con ataque al estado general, sangrado variceal, ascitis y encefalopatía hepática grado II. Se integró el diagnóstico de cirrosis hepática por la enfermedad grasa asociada a la disfunción metabólica (MAFLD, por sus siglas en inglés) tras descartar otras etiologías. Dos años después del inicio de su enfermedad, el paciente desarrolló tres lesiones menores de 4 cm compatibles con carcinoma hepatocelular, recibió tres sesiones de tratamiento locorregional con embolización transarterial sin complicaciones, seis meses después del último tratamiento el paciente se mantuvo en criterios de Milán, se evaluó para trasplante hepático sin contraindicación. Ingresó a la lista de espera en el 2019.
Después de tres años de seguimiento en lista de espera, sin recurrencia del carcinoma hepatocelular, se ofertó un órgano de una donadora de 56 años, solo con sobrepeso como comorbilidad, compatible con el mismo grupo sanguíneo. La donadora falleció de una enfermedad cerebrovascular hemorrágica que la mantenía en terapia intensiva, dos días previos a la muerte cerebral presentó fiebre y en sus hemocultivos desarrolló A. baumannii MDR únicamente sensible a tigeciclina. Se inició tratamiento con este agente y se retiró el catéter venoso central aproximadamente 36 horas antes de la procuración.
Tras una breve evaluación pretrasplante de la donadora con estudios de laboratorio y un hígado macroscópicamente normal, se comentaron los riesgos al receptor acerca de los hemocultivos, mismos que aceptó. Se llevó a cabo el trasplante en mayo del 2022, como medidas preventivas se repitieron los hemocultivos en la donadora el día de la procuración, y se tomaron hemocultivos de forma basal en el receptor, los cuales resultaron negativos. Se indicó profilaxis antimicrobiana con tigeciclina por siete días. La evolución del trasplante fue excelente y durante su estancia hospitalaria no desarrolló fiebre, ni datos de respuesta inflamatoria sistémica, asimismo, no hubo necesidad de modificar el esquema de inmunosupresión tradicional. El paciente se dio de alta a los ocho días del procedimiento, actualmente con 10 meses de seguimiento sin complicaciones.
Aunque el trasplante de órganos se considera un procedimiento que salva vidas, no está exento de riesgos. Uno de los objetivos de los programas de trasplante hepático es minimizar el riesgo de la transmisión de enfermedades no anticipadas entre donadores y receptores, con el fin de disminuir la morbimortalidad postrasplante, la cual se ha reportado de hasta 22%4.
Una variedad de patógenos, como virus, bacterias, hongos, micobacterias y parásitos, pueden ser transmitidos por el donante. Una revisión de la literatura mostró que la definición de órganos infectados debidas al donante varía de acuerdo con el centro, lo cual explica el amplio rango de los casos de infección que va de 2.2 a 23%. A pesar de estas diferencias, las series han encontrado que la transmisión de infecciones bacterianas de donador a receptor no es común y alcanza hasta 6.2%5.
En nuestro caso reportado el órgano provenía de una donadora que se documentó con bacteriemia por A. baumannii MDR, el receptor presentó una excelente evolución postrasplante, sin complicaciones infecciosas, manteniendo el tratamiento antibiótico, durante siete días.
Hasta la fecha en la literatura se han reportado múltiples casos de trasplante de órgano sólido de donadores con hemocultivos positivos en los cuales la sobrevida es igual que en órganos no infectados (tabla 1).
Reportes de casos de trasplante de órgano sólido provenientes de donadores con Acinetobacter baumannii
Autor | Año | Órgano(s) trasplantados | Curso clínico | Manejo | Desenlace |
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Cohen et al.8 | 2006 | 4 riñones1 hígado3 pulmones2 corazonesProvenientes de donadores con choque séptico por A.baumannii. | Un recipiente de trasplante renal tuvo rechazo agudo que respondió al tratamiento.Ningún paciente tuvo cultivos positivos A.baumannii. | Meropenem | Excepto por un trasplante cardiaco (que falleció por falla primaria del injerto), todos seguían vivos a los 60 días postrasplante |
Martins et al.9 | 2012 | Pulmón | Neumonía con cultivos positivos para A.baumannii en múltiples ocasiones.Requirió aminas, ventilación invasiva y presentó falla renal. | Amikacina y polimixina B, así como, reducción de inmunosupresión | Falleció al día 61 del postrasplante |
Sözen et al.5 | 2008 | Hígado y 2 riñones en diferentes receptores | Ninguno en los tres receptores | Teicoplanina, netromicina y sulbactam/cefoperazona | Sin aislamiento en cultivos en los tres receptores. |
Hígado y 2 riñones (diferentes receptores) | No especificado | Antibioticoterapia empírica | Los cultivos de los 3 receptores fueron negativos. | ||
Bardossy et al.10 | 2020 | Pulmón | Sin manifestaciones clínicas y/o infección. Al día 12 cultivo de lavado alveolar positivo para A.baumannii. | Tigeciclina IV por 19 días y colistina por 45 días | Injerto colonizado por A.baumannii hasta 6 meses postrasplante, pero sin alteraciones en la función |
Hígado y 2 riñones (diferentes receptores) | No especificado | Antibioticoterapia empírica | Los cultivos de los 3 receptores fueron negativos |
No obstante, Tong et al.6 reportaron una cohorte de trasplantados hepáticos, con 82 pacientes infectados, de los cuales 12 (14.6%) fueron infecciones derivadas del donante, entre los cuales cinco se infectaron con A. baumannii, y de estos, tres fallecieron. Mularoni et al.7 reportan una serie donde cuatro de 14 receptores de órganos provenientes de donadores infectados/colonizados por bacilos gramnegativos resistentes presentaron trasmisión de estos agentes. Estos cuatro receptores no habían recibido tratamiento con actividad contra el aislamiento en el donador. Por otro lado, el resto de los receptores recibió al menos siete días de tratamiento adecuado en el periodo postrasplante inmediato.
En un contexto en el que la cantidad de donadores de órganos es limitada, es importante aprovechar cualquier oportunidad que implique obtener un injerto para un paciente de la lista de espera, como puede ser un donador infectado. La presencia de infecciones bacterianas en el potencial donador no descarta la donación hepática. Se debe iniciar tratamiento efectivo en el donador y controlar los posibles focos infecciosos (recambio de catéteres venosos centrales, líneas arteriales, etc.). Se debe establecer comunicación con el equipo de procuración con la finalidad de administrar tratamiento antimicrobiano efectivo en el receptor.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
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