El virus de Epstein-Barr (VEB) pertenece a la familia herpes, también llamado herpes 4. Se adquiere en la infancia y generalmente cursa asintomático, pero se mantiene latente hasta en el 95% de los adultos. El espectro de la infección por VEB abarca una gama amplia, desde procesos locales hasta linfomas1. Las úlceras mucocutáneas fueron descritas desde el 2010 como un proceso linfoproliferativo en personas con infección latente por VEB y con inmunosupresión. Se consideran raras y se pueden localizar en la mucosa oral (hasta el 41%), gastrointestinal y piel; las lesiones se caracterizan por ser únicas, aunque aproximadamente el 16% pueden ser múltiples. Generalmente esta patología se autolimita sin necesidad de tratamiento sistémico2. En el año 2017 la Organización Mundial de la Salud la reconoció como una nueva entidad clínica3. Desde la descripción inicial de las úlceras mucocutáneas se han reportado menos de 200 casos. A continuación, se presenta el caso de un masculino de 30 años, quien tenía antecedente de infección leve por Clostridioides difficile y de prácticas sexuales de riesgo, sin antecedentes cronicodegenerativos de importancia. Acudió al servicio de urgencias para valoración de un cuadro clínico caracterizado por dolor abdominal tipo cólico difuso, fiebre, diarrea inflamatoria, proctitis, pujo y tenesmo rectal de aproximadamente una semana de evolución. El tacto rectal no mostró alteraciones; sus laboratorios al ingreso fueron: hemoglobina 11.6g/dL, plaquetas 403×103/μL, leucocitos 9×103/μL, linfocitos absolutos 2.7×103/μL, proteína C reactiva 77.4mg/L, velocidad de sedimentación globular 87mm/h. Se solicitó prueba rápida de anticuerpos contra VIH con resultado positivo; la carga viral se mantuvo pendiente por motivos externos. Las pruebas serológicas de Treponema pallidum, panel viral (A, B y C) y citomegalovirus fueron negativas. La resonancia magnética contrastada reportó engrosamiento del canal anal y más importante del recto, con longitud cráneo-caudal de 113mm desde la unión anorrectal. Dicho engrosamiento es circunferencial asimétrico predominante en la submucosa que condiciona disminución de la luz en más del 50% (fig. 1A). Posteriormente a la aplicación del contraste con reforzamiento intenso, difuso y heterogéneo, además de múltiples adenopatías (fig. 1B), se realizó una colonoscopia en la cual se describieron, aproximadamente a 5cm del margen anal, mucosa con úlceras y pseudopólipos, abundante moco (fig. 2A); disminución de la luz que es franqueable al paso del colonoscopio, mucosa con inflamación y edema (fig. 2B); datos de sangrado y material fibrinopurulento (fig. 2C), y múltiples úlceras menores de 5mm, de bordes bien definidos de 3-5mm (fig. 2D). Se tomaron biopsias del tejido antes mencionado; el estudio histopatológico encontró mucosa rectal con inflamación aguda y crónica ulcerada extensa, cambios epiteliales regenerativos (fig. 3A y B); CD20 (fig. 3C), CD3 (fig. 3D), CD138 (fig. 3E), Kappa (fig. 3F) y Lambda positivos (fig. 3G); Ki-67: 10-15%, negativo para displasia y neoplasia (fig. 3H), y la hibridación in situ (virus de Epstein-Barr, EBER) fue positiva (fig. 3I). Por estos hallazgos se solicitó carga viral DNA cuantitativo de VEB sérico: 25,572copias/mL, log 4.41logcp/mL. Recibió tratamiento con valganciclovir y se encontraba pendiente de iniciar el tratamiento antirretroviral.
Resonancia magnética de pelvis. A) Se observa engrosamiento de la pared del canal anal y el recto con longitud craneocaudal de 113mm desde la unión anorrectal. Dicho engrosamiento es circunferencial asimétrico predominante en la submucosa que condiciona disminución de la luz en más del 50%, homogéneo e hipointenso en T1 y T2, posterior a la aplicación de medio de contraste con reforzamiento intenso. B) Se identifican múltiples adenopatías bilaterales en la grasa mesorrectal, obturatrices, presacras, iliacas internas, externas y comunes e inguinales bilaterales, de morfología ovalada algunos lobulados, con pérdida de su hilio graso con restricción en difusión y realce con el medio de contraste.
Biopsia de lesión rectal e inmunohistoquímica. Infiltrado linfoide periglandular (A y B) constituido por mezcla de linfocitos B CD20 positivos (C) y linfocitos T CD3 positivos (D). El infiltrado linfoide además presentaba abundantes células plasmáticas policlonales (E) con expresión tanto de cadenas ligeras Kappa (F) como Lambda (G). El índice de proliferación medido con Ki-67 fue del 10% (H) y hubo positividad multifocal a la hibridación in situ para virus de Epstein-Barr (Epstein-Barr encoding region [EBER]) (I).
No fue necesario usar algún tipo de plan de financiamiento debido a que solo se usaron recursos que proporciona el hospital, como el expediente clínico.
Consideraciones éticasSe solicitó consentimiento informado para participar en la investigación escrita. Todo individuo que ingresa como paciente firma un aviso de privacidad en el cual autoriza el uso de sus datos personales para investigación, al igual el consentimiento al realizar la colonoscopia incluye el apartado de usar datos para investigación. El trabajo cumple con la normativa vigente en investigación bioética y por normativa del Comité de Ética e Investigación para Estudios en Humanos (CEIEH) del Hospital Médica Sur. El trabajo, al ser reporte de caso, no se debe someter. Los autores declaran que este artículo no contiene información personal que permita identificar a los pacientes.
Conflicto de interesesNo se cuenta con ninguna relación financiera o personal que pudiera llevar a cabo algún conflicto de interés en relación con el artículo que se remite para publicación.