Roesch-Dietlen et al.1 realizaron una interesante descripción del conocimiento y empleo de las guías de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la pancreatitis aguda (GPCTPA) en médicos adscritos y residentes de las especialidades comprometidas en el manejo de la pancreatitis aguda (PA) de 4 hospitales de la ciudad de Veracruz en México.
Sus hallazgos nos permitieron identificar la variabilidad de GPCDTPA existentes y el conocimiento que tuvieron sobre ellas. Pero lo más importante fue la prevalencia del empleo de las GPCDTPA que ellos referían conocer, la cual osciló entre el 0 a 55% en el caso de los residentes y 0 a 68.8% en el caso de los adscritos. Adicionalmente el 15.2% de los residentes y 9.8% de los adscritos no conocían ninguna de las GPCDTPA referidas en el trabajo de investigación.
La adherencia a las GPCDTPA ha sido previamente evaluada y publicada por otros investigadores en los últimos 6 años en Canadá2, Singapur3 y Estados Unidos de América4; ellos revisaron las historias clínicas de pacientes con PA y verificaron la presencia de las recomendaciones de las GPCDTPA que usaban. Los autores confirmaron la variabilidad de la subutilización, y la sobreutilización de las medidas diagnósticas y terapéuticas de las GPC era frecuente.
Recientemente, Machicado et al.5 realizaron una encuesta internacional sobre la adherencia a las guías de nutrición en PA a 178 médicos miembros de la Asociación Internacional de Pancreatología y la Asociación Americana de Pancreatología, encontrando que solo el 26.7% iniciaron la nutrición oral el primer día en los casos de PA leve, el 40.9% esperaron >48h para iniciarla y el 57.3% lo hicieron con dieta líquida. Cuando usaron la nutrición por sonda, dos tercios de ellos prefirieron usar la ruta pospilórica. Así, los autores concluyeron que la adherencia a las recomendaciones de la GPC sobre la nutrición oral en PA leve fue baja y hubo una variabilidad significativa sobre el uso de la nutrición por sonda.
La adherencia a las GPC son indicadores de la calidad en la atención brindada, porque se basan en la evidencia científica más actualizada y relevante, lo que permite disminuir la morbimortalidad de los pacientes, así como hacer un uso adecuado de los recursos médicos y los gastos en salud. A pesar de ello existe una brecha heterogénea entre el conocimiento y la aplicación de la GPCDTPA en todos los estudios publicados al respecto. Estos resultados nos invitan a realizar investigación en nuestros hospitales para identificar y tomar medidas que ayuden a hacer desaparecer esas brechas.
Finalmente, sugerimos que cada centro hospitalario debe adoptar alguna de las GPCDTPA y adaptarla a su capacidad logística y de recursos para después difundirla y homogeneizar criterios entre las especialidades comprometidas y así acortar esas brechas. Los resultados de estas implementaciones deben ser reevaluados y ajustados de acuerdo con los nuevos hallazgos.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
AutoríasLos autores aprobaron la versión final del artículo y han participado materialmente en la investigación y/o preparación de este.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflictos de interés.