Agradecidos con el Dr. Montes-Arcón por el interés en nuestro caso «Tuberculosis y enfermedad de Crohn. Desafío en el diagnóstico endoscópico»1. El objetivo principal en la presentación de nuestro caso es poner en evidencia y hacer una revisión de las características clínicas y endoscópicas de ambas entidades, que si bien comparten similitudes tienen varias diferencias que recalcar, para de esa manera ayudar a discriminar una de la otra, de manera clínica y durante el procedimiento endoscópico a los especialistas clínicos y en aparato digestivo, para dar un diagnóstico más acertado. Y no desmerecer el papel de los demás médicos que conforman el equipo multidisciplinario en el manejo de estas entidades.
El papel del médico patólogo en el abordaje de estas enfermedades es indiscutible y compartimos sus comentarios de que del análisis de anatomía patológica depende el diagnóstico definitivo. Donde también se presentan ciertos retos para su distinción dado que comparten una cantidad no despreciable de características histológicas que incluyen hallazgos arquitectónicos (distorsión de las criptas, criptas no paralelas, diámetro variable o criptas dilatadas quísticamente, ramificación de las criptas mayor a 2 criptas ramificadas, acortamiento de las criptas, disminución de la densidad de las criptas y superficie mucosa irregular) e inflamatorios (inflamación focal/en parches, plasmocitosis basal, aumento de linfocitos intraepiteliales, inflamación transmucosal, criptitis focal, úlceras aftoides, inflamación submucosa desproporcionada, hiperplasia de fibras nerviosas, ubicación proximal de la ulceración y distorsión de la arquitectura, metaplasia seudopilórica en íleon y de células de Paneth en el colon y granulomas)2,3.
Sin embargo, pese a las dificultades existen algunos criterios histológicos que permiten una adecuada distinción básicamente fundamentados en los granulomas que se encuentran; en la tuberculosis intestinal los granulomas suelen ser de mayor tamaño, con caseificación central, de localización submucosa, afectación granulomatosa de ganglios linfáticos circundantes sin compromiso mucoso, inflamación desproporcionada de la submucosa, úlceras con infiltrado histiocitario en banda. En el caso de la enfermedad de Crohn, los hallazgos incluyen distorsión arquitectural distante de la inflamación granulomatosa, colitis focalmente mejorada y obliteración muscular de la mucosa3,4.
La diferenciación clínica, endoscópica e imagenológica son de gran utilidad para el medico patólogo, cuando a pesar de su análisis no logra diferenciar, ni dar un diagnóstico definitivo, ya que sirven de orientación para la toma de decisiones. Algunas otras técnicas podrían ayudar a su diferenciación son los cultivos para especies de Mycobacterium, las pruebas de reacción en cadena polimerasa para micobacterias y las tinciones de histoquímica para bacilos acido alcohol resistente (Ziehl-Neelsen)3,5.
Estamos de acuerdo en que el abordaje del paciente en quien se sospecha de una tuberculosis intestinal versus una enfermedad de Crohn es multidisciplinario, donde la mayor parte de veces abarca a los especialistas en aparto digestivo, cirugía general, imagenólogos, anatomía patológica y otros.
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