Nos dirigimos a ustedes para expresar nuestras observaciones sobre el artículo de Le et al. (2023) en donde se analizan los principales factores causales y la prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) durante el embarazo, así como las manifestaciones clínicas y los factores sociodemográficos asociados. A pesar de la exhaustividad del estudio, existen ciertos aspectos sobre la metodología que podrían ser abordados más a fondo, así como algunos factores que no fueron adecuadamente explicados1.
Se resalta la importancia de considerar la actividad física como un factor relevante en la prevención de ERGE durante el embarazo. Un estudio realizado por Vera et al. señaló una asociación significativa entre la práctica de actividad física moderada o alta y una menor probabilidad de padecer ERGE, independientemente del sexo2. Sin embargo, al examinar la metodología empleada en el estudio original de Le et al., surgen interrogantes sobre cómo se abordaron y analizaron estos factores, lo que cuestiona la exhaustividad del análisis realizado. Además, la actividad física contrarresta la progresión de la obesidad y en el estudio realizado por Valdovinos et al. se identifica la obesidad como principal factor de riesgo para ERGE3. Por lo tanto, considerar el papel de la actividad física en la prevención del ERGE en el embarazo adquiere aún más importancia.
Por otro lado, se observa una falta de claridad en la metodología respecto a la recopilación de datos sobre hábitos alimenticios durante el embarazo y su relación con la ERGE, lo que dificulta la comprensión de cómo se evaluaron los efectos de la dieta en la aparición de la enfermedad. En este contexto, el estudio realizado por Huerta et al. destaca la influencia de una dieta rica en productos grasos, como los dulces y especialmente el chocolate, en el aumento de la probabilidad de padecer reflujo gastroesofágico durante el embarazo4.
Finalmente, elogiamos el trabajo realizado por Le et al. y reconocemos su gran aporte en el campo de la medicina. Además, se concluye que es necesario abordar las deficiencias metodológicas identificadas en el estudio original para una mejor comprensión de la misma y así contribuir en la importancia sobre la relación entre la actividad física, los hábitos alimenticios y el ERGE, lo que en consecuencia fomentará que futuros estudios profundicen en estos aspectos y haya un mejor entendimiento de los factores que influyen en el desarrollo del ERGE en el contexto del embarazo.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.