Paciente varón de 75 años con antecedente de sigmoidectomía con anastomosis primaria en 2007 por diverticulitis complicada. Ingiere accidentalmente una prótesis dental con 4 dientes. Se le realiza gastroscopia a las 12h, sin identificar el cuerpo extraño. Durante 10 meses se le da seguimiento a la prótesis por rayos X, hasta que se observan imágenes repetidas del cuerpo extraño alojado en sigmoides, sin progresión (fig. 1). Se realiza una colonoscopia identificando a la prótesis impactada dentro de un divertículo de sigmoides, proximal a la anastomosis. Se extrae del divertículo con asa de polipectomía de 27mm de manera gentil. Una vez que la prótesis se encuentra fuera del divertículo se intenta colocar dentro de un sobretubo, pero debido al tamaño de la prótesis no se logra introducir en el mismo. Por lo que se decide sujetar de mejor manera con el asa y mediante maniobras finas se extrae a través de la anastomosis hasta el recto evitando provocar daño en la mucosa. Una vez en el recto se saca con ayuda de los dedos del endoscopista (fig. 2). Este es el primer caso reportado de una prótesis dental retenida en un divertículo de colon.
La ingestión de cuerpos extraños ocurre más frecuentemente en niños que en adultos. En estos la ingestión accidental ocurre más comúnmente en personas ancianas1. La mayoría de los cuerpos extraños ingeridos pasan por el tubo digestivo sin complicaciones. Sin embargo, el 10 al 20% de los casos requieren de extracción por endoscopia y el 1% de tratamiento quirúrgico2. Una vez pasado el píloro, los cuerpos extraños largos y filosos, pueden provocar perforaciones hasta en un 20% de los casos, generalmente a nivel de la válvula ileocecal3. Perforaciones causadas por impactación del cuerpo extraño en el tubo digestivo bajo son manejadas por cirugía urgente. Aquellas que no provocan perforaciones pueden ser extraídas por endoscopia con adecuados índices de morbimortalidad4.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo/estudio.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.