Las neoplasias neuroendocrinas (NNE) son tumores infrecuentes que representan aproximadamente el 2% de todas las neoplasias. La mayoría (62-70%) se originan en el tubo digestivo y en el páncreas. Nuestro principal objetivo es describir la presentación clínica, las manifestaciones y las características patológicas que permitan un mejor conocimiento e identificación de estos tumores.
Materiales y métodosSe trata de un estudio retrospectivo, transversal, observacional y descriptivo de los pacientes con diagnóstico confirmado de NNE que fueron atendidos en el Hospital Ángeles del Pedregal en el período comprendido entre los años 2018 y 2024. Se incluyeron en esta serie todos los casos con diagnóstico de NNE de páncreas o tubo digestivo en piezas quirúrgicas del servicio de patología. Los datos clínicos, los estudios de laboratorio e imagenología se obtuvieron de los expedientes hospitalarios.
ResultadosLa edad media de los pacientes fue de 55.2 años (rango: 21-88 años). De los 48 casos, 28 son del género masculino y 20 del femenino. Las localizaciones más frecuentes de las NNE fueron: páncreas (25%), estómago (16.6%), recto (12.5%) y apéndice (10.4%). En 23/48 (47.9%) casos, el diagnóstico de NNE fue incidental en cirugía, endoscopía o estudios de imagenología.
ConclusionesSe describe la gran variedad de presentaciones clínicas de las NNE de páncreas y tubo digestivo. Dado que estos tumores rara vez presentan un síndrome secretor típico, es necesario un alto índice de sospecha clínica, siendo potencialmente útiles los biomarcadores circulantes.
Neuroendocrine neoplasms are rare tumors accounting for approximately 2% of all neoplasms, most of which (62-70%) originate in the gastrointestinal tract and pancreas. Our primary aim was to describe the clinical presentation and pathologic features of these tumors, to improve our knowledge and early identification of them.
Materials and methodsA retrospective, cross-sectional, observational, and descriptive study was conducted on patients with a confirmed diagnosis of neuroendocrine neoplasm treated at the Hospital Ángeles del Pedregal within the time frame of 2018 and 2024. All cases diagnosed with neuroendocrine neoplasm of the pancreas or gastrointestinal tract in surgical specimens from the pathology service were included. The clinical, laboratory, and imaging data were obtained from the patients’ hospital charts.
ResultsMean patient age was 55.2 years (range: 21 to 88 years). Of the 48 cases, 28 were men and 20 were women. The most frequent locations of the neuroendocrine neoplasms were the pancreas (25%), stomach (16.6%), rectum (12.5%), and appendix (10.4%). In 23/48 (47.9%) cases, the diagnosis of neuroendocrine neoplasm was incidental during surgery, endoscopy, or in imaging studies.
ConclusionsThe great variety of gastroenteropancreatic neuroendocrine neoplasms was described. Given that these tumors rarely produce a typical secretory syndrome, a high level of clinical suspicion is needed. Circulating biomarkers may be useful for their early diagnosis.
Las neoplasias neuroendocrinas (NNE) son tumores relativamente infrecuentes, ya que representan aproximadamente el 2% de todas las neoplasias1. Su incidencia anual es de 5.25 por 100 000 habitantes. De ellas, la mayoría (62-70%) se originan en el tubo digestivo y en el páncreas2,3. En los últimos años su incidencia ha ido en aumento por el mayor conocimiento de estas neoplasias y por el advenimiento de nuevos métodos que facilitan su diagnóstico4.
Las NNE se originan en células con un fenotipo híbrido, tanto neuronal como endócrino. Entre sus características de estirpe neuronal destaca la presencia de gránulos de centro denso similares a los de las células serotoninérgicas que almacenan monoaminas, pero sin que estas células estén dotadas de sinapsis. Debido a su naturaleza endocrina, estas células son capaces de sintetizar y secretar aminas, péptidos y hormonas a la circulación, pudiendo generar efectos metabólicos y manifestaciones clínicas sistémicas1,5–7.
Las células neuroendocrinas pueden estar aglomeradas en sitios anatómicos específicos como los islotes de Langerhans del páncreas o estar dispersas a lo largo de todo el trayecto del tubo digestivo, pulmón, tiroides, hipófisis, entre otros órganos. Estas últimas son las que integran el llamado sistema endócrino difuso o sistema amine precursor uptake and decarboxylation (APUD) y que tienen a su cargo funciones fisiológicas relevantes5.
La presentación clínica de las NNE depende de su localización anatómica y de su capacidad para secretar aminas o péptidos biológicamente activos, en este caso, el paciente puede presentar un síndrome específico como las hipoglucemias de ayuno del insulinoma, las úlceras pépticas recidivantes y con localización atípica de los tumores que secretan gastrina (síndrome de Zollinger-Ellison), el desarrollo de diabetes mellitus y eritema necrolítico migratorio asociado a tumores productores de glucagón, y el síndrome «carcinoide» caracterizado por diarrea crónica, malestar abdominal, urgencia para defecar, rubor, hipotensión y broncoespasmo asociados a la liberación episódica de serotonina4,6,8. El diagnóstico de diarrea crónica puede ser establecido cuando el peso de la materia fecal es superior a 240 g por día y se presentan por lo menos 3 evacuaciones diarias por un periodo mayor a 4 semanas9. Sin embargo, un elevado porcentaje de las NNE no son secretoras, por lo que son descubiertas incidentalmente en cirugía o en estudios endoscópicos o de imagen por la presencia de metástasis, obstrucción intestinal o en especímenes de apendicectomía10.
Muchas de las NNE son de curso clínico indolente y generan síntomas inespecíficos, por lo que son confundidas con enfermedades del eje cerebro-intestino (colon irritable, colitis espástica, trastornos funcionales digestivos) y el diagnóstico se retrasa considerablemente. Entre un 21-69% de los casos son detectados en fases avanzadas con enfermedad metastásica presente, lo que deteriora el pronóstico y reduce las expectativas de vida de los pacientes afectados5,10.
El uso de marcadores en sangre de las células neuroendocrinas como la cromogranina A, la gastrina y la serotonina permite identificar la presencia de una NNE y establecer un diagnóstico temprano. En inmunohistoquímica, los marcadores más utilizados para definir la estirpe neuroendocrina de un tumor son la cromogranina y la sinaptofisina10,11.
El presente trabajo es una revisión detallada de 48 casos de NNE diagnosticados en el Hospital Ángeles del Pedregal (HAP) en el período comprendido entre 2018 y 2024. Nuestra revisión está limitada a los tumores gastro-entero-pancreáticos que corresponden a las localizaciones más frecuentes de estos tumores y que representan el mayor reto diagnóstico. Todos los casos fueron confirmados por el Servicio de Patología del HAP, en la mayoría de los casos complementados con estudios de inmunohistoquímica. Los datos de los expedientes clínicos de estos pacientes fueron analizados cuidadosamente y se recabó información clínica adicional por parte de los médicos tratantes para dilucidar sus características clínicas y evolución.
Se compararon los resultados de nuestra serie con los publicados a nivel nacional e internacional. Creemos que es muy importante conocer las características clínico-patológicas de estos tumores para mejorar el proceso diagnóstico, pensar más en estos tumores para lograr un diagnóstico temprano y de esta manera, lograr mejores resultados terapéuticos.
Los objetivos de este estudio son: conocer la incidencia de los tumores neuroendocrinos (TNE) de páncreas y tubo digestivo en el HAP en un período de 6 años, comparar los datos epidemiológicos de este hospital con los reportados en otros estudios realizados en México e internacionales; describir la presentación clínica de los TNE gastro-entero pancreáticos y la probabilidad de diseminación metastásica de los mismos, así como revisar los métodos diagnósticos auxiliares para el diagnóstico de estos tumores en el HAP.
Materiales y métodosLa planificación del protocolo se inició en noviembre de 2023, junto con la revisión bibliográfica más reciente referente a los TNE. Una vez obtenida la aprobación del comité de ética (enero de 2024), se inició la recopilación de la información patológica y clínica, y a partir de abril de 2024 se inició el análisis de los datos obtenidos.
Nuestra serie es un estudio retrospectivo, transversal, observacional y descriptivo de los pacientes con diagnóstico confirmado de NNE que fueron atendidos en el HAP en el período comprendido entre los años 2018 y 2024. El estudio se estructuró de acuerdo con las pautas del informe de Fortalecimiento de la notificación de estudios observacionales transversales en epidemiología (STROBE). Dada la naturaleza transversal y observacional de nuestro trabajo, no fue necesario definir desenlaces, predictores, o potenciales confusores ni modificadores de efecto. Los criterios diagnósticos estuvieron apegados a las normativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece los criterios tanto para el diagnóstico como para la clasificación de estas neoplasias.
Se revisó la base de datos del Servicio de Patología del HAP del periodo comprendido entre los años 2018 y 2024. Se incluyeron en este estudio 48 casos con el diagnóstico histopatológico de TNE de páncreas, hígado o de cualquier segmento del tubo digestivo. Con el propósito de establecer una correlación clínico-patológica, se incluyeron únicamente los casos atendidos en el HAP con información clínica y de laboratorio y disponibilidad de un expediente hospitalario que contaran con diagnóstico confirmado de TNE por inmunohistoquímica o reporte histopatológico confirmatorio.
Por su baja incidencia, se decidió excluir de este análisis los TNE fuera del tracto digestivo, hígado o páncreas. Los datos se presentan con estadística descriptiva simple similar a la utilizada en estudios similares encontrados en la literatura.
Análisis estadísticoPara el análisis de los datos, se utilizó únicamente estadística descriptiva simple, incluyendo frecuencias absolutas y relativas, medias y porcentajes. La estimación de desviaciones estándar suele ser poco precisa o susceptible de variación aleatoria cuando el tamaño muestral es reducido. Dado que no se trata de un estudio de comparación de casos y controles, no fue necesario aplicar pruebas para valorar diferencias estadísticas entre los grupos estudiados. En este trabajo utilizamos métodos descriptivos similares a los utilizados en otros estudios publicados en la literatura nacional e internacional sobre este tipo de tumores.
Consideraciones éticasEl manuscrito cumple con las especificaciones de la normativa en investigación bioética. Para realizar este trabajo se firmó un documento que garantiza la absoluta confidencialidad de los datos personales y clínicos de los pacientes y la identidad de los médicos tratantes, y se obtuvo la aprobación de los comités de investigación y de ética del HAP (dictamen con número de registro 2711 del 5 de enero del 2024). No hubo contacto de los autores con los pacientes; únicamente se estudiaron las piezas patológicas y se revisaron los expedientes hospitalarios para valorar datos clínicos de forma general y anónima, por lo que los autores declaran que este manuscrito no tiene información que menoscabe la privacidad de los pacientes o permita identificar tanto a los pacientes como a los médicos tratantes.
Se realizó una búsqueda bibliográfica con un rango de cobertura de 12 años en las plataformas PubMed®, UpToDate® y ClinicalKey®, utilizando como motor de búsqueda las siguientes palabras clave: neoplasia neuroendocrina, tumor gastro-entero-pancreático, sinaptofisina, cromogranina, epidemiología y tratamiento de las NNE (datos mexicanos e internacionales).
ResultadosDemografíaSe identificaron 52 casos con diagnóstico de NNE de páncreas, hígado y tubo digestivo atendidos en el HAP en el periodo comprendido entre 2018 y 2024. De estos, 4 casos fueron descartados por no contar con información clínico-patológica suficiente. Los 48 casos restantes fueron incluidos en esta serie; la edad media de los pacientes fue de 55.2 años (rango: 21-88 años). De los 48 casos, 28 son del género masculino y 20 del femenino (tabla 1).
Datos demográficos y localización
Características | Datos | Porcentaje |
---|---|---|
Total casos revisados | 52 | 100 |
Total casos aceptados | 48 | 92.3 |
Total casos rechazados | 4 | 7.69 |
Mujeres | 20 | 41.66 |
Varones | 28 | 58.33 |
Edad media | 55.2 | |
Localización | Páncreas (12) | 25 |
Estómago (8) | 16.6 | |
Apéndice (5) | 10.41 | |
Duodeno (2) | 4.16 | |
Íleon (5) | 10.41 | |
Yeyuno (2) | 4.16 | |
Ciego/ileocecal (2) | 4.16 | |
Colon (2) | 4.16 | |
Recto (6) | 12.5 | |
Ano (1) | 2.08 | |
Vesícula biliar (1) | 2.08 | |
Esófago (1) | 2.08 | |
Hígado (1) | 2.08 |
En esta serie, las localizaciones más frecuentes de las NNE fueron: páncreas (25%), estómago (16.6%), recto (12.5%) y apéndice (10.4%). Otras localizaciones menos frecuentes fueron en íleon (6.25%), ciego y válvula íleo-cecal (4.1%), yeyuno (4.1%) y colon (4.1%). Encontramos un solo caso de NNE localizada en ano (2.0%), uno en vesícula biliar (2.0%) y uno en esófago (2.0%) (tabla 1).
Todos los casos de NNE localizada en hígado correspondieron a enfermedad metastásica con primario en páncreas o tubo digestivo.
Presentación clínicaSíndrome secretorDe las NNE de páncreas, 2 de ellas se asociaron a un síndrome de hipoglucemia orgánica asociada a hiperinsulinemia y fueron diagnosticados como insulinomas. En ambos casos la presentación clínica fue la típica para estos tumores con hipoglucemias graves y neuroglucopenia en ayuno. En un caso adicional las tinciones de inmunohistoquímica fueron positivas para insulina, pero no se asoció a un síndrome clínico de hipoglucemia e hiperinsulinemia. Dos de los casos de NNE estuvieron asociados a hipergastrinemia, uno de ellos correspondió a un gastrinoma con un síndrome de Zollinger-Ellison y enfermedad ulcerosa severa, recurrente y resistente al tratamiento médico con sangrado de tubo digestivo. Otro paciente tuvo tinciones de inmunohistoquímica positivas para gastrina en un TNE pancreático con un síndrome clínico ulceroso de corta evolución (tabla 2).
Presentación clínica de las NNE
Presentación clínica | Número de casos | Porcentaje |
---|---|---|
Incidentala | 23 | 47.9 |
Dolor abdominal crónico | 8 | 16.6 |
Apendicitis aguda | 5 | 10.4 |
Ataque al estado general | 2 | 4.16 |
Obstrucción intestinal | 2 | 4.16 |
Vómito recurrente | 2 | 4.16 |
Disfagia | 1 | 2.08 |
Síndrome secretor | ||
Insulinoma | 3 | 6.25 |
Gastrinoma | 2 | 4.16 |
Total | 48 | 100 |
NNE: neoplasias neuroendocrinas.
El resto de los casos (43/48 o 89.5%) no presentaron síndromes clínicos asociados a liberación de sustancias biológicamente activas con efectos sistémicos.
Dolor abdominal crónicoUna presentación clínica encontrada frecuentemente (8 casos o 16.6%) de las NNE fue dolor abdominal crónico de características mal definidas, localizado principalmente en epi-mesogastrio y abdomen superior. La historia habitual fue la de un dolor abdominal cólico persistente, mal sistematizado, de varios meses de evolución, casi siempre tratado por varios médicos, quienes habían atribuido las molestias a las enfermedades del eje cerebro-intestino, infecciones gastrointestinales u otros diagnósticos.
Apendicitis agudaLas NNE pueden presentarse como abdomen agudo con datos clínicos típicos de apendicitis. Sin embargo, la pieza quirúrgica revela la presencia de una neoplasia apendicular de estirpe neuroendocrina. Esta fue la presentación en 5 de los 48 pacientes de esta serie (12.5%). Los 5 casos corresponden a 4 varones y una mujer con un rango de edades comprendido entre 21 y 57 años.
Obstrucción intestinalDos pacientes (4.16%) con NNE del intestino delgado acudieron por una obstrucción intestinal mecánica que ocasionó dolor, náusea, vómito y deshidratación, requiriendo intervención quirúrgica de urgencia. Un paciente adicional con NNE de intestino delgado tenía dolor y datos clínicos de suboclusión intestinal que también requirió tratamiento quirúrgico.
Ataque al estado generalÚnicamente 2/48 pacientes (4.16%) se presentaron por pérdida de peso, fatiga, astenia y adinamia. Estos síntomas llevaron a los médicos tratantes a solicitar estudios de imagen y/o endoscópicos con los que se encontraron NNE en el estómago en uno de los pacientes y de páncreas en el otro caso.
Hallazgo incidentalEn casi la mitad de los casos de NNE (23/48 o 47.9%), no se identificaron síntomas que señalaran la posible presencia de una neoplasia oculta, y estas fueron descubiertas incidentalmente en chequeos de rutina, en estudios de imagen practicados por otros padecimientos, por historia familiar de tumores malignos, en endoscopías de tubo digestivo o en procedimientos quirúrgicos sin relación con la NNE.
Características laboratoriales y de imagenologíaMarcadores circulantesLas mediciones de marcadores circulantes de las NNE se solicitaron infrecuentemente, excepto en aquellos casos con síndrome secretor, incluyendo los 2 casos de insulinoma y los 2 de gastrinoma. Los niveles de cromogranina A y serotonina no fueron utilizados en esta serie con fines diagnósticos. Esto no resulta sorprendente, ya que un elevado número de casos fueron descubiertos incidentalmente. Sin embargo, los biomarcadores de las NNE (cromogranina A y serotonina) sí fueron utilizados para el monitoreo terapéutico en la mayoría de los pacientes.
Estudios de imagenEn esta serie, los métodos diagnósticos más utilizados para el diagnóstico de NNE fueron la TC de abdomen en 14 casos (29%), endoscopía en 8 casos (16.6%), el ultrasonido de abdomen en 4 casos (8.3%) y el PET-TC en 4 casos (8.33%).
Características histopatológicas e inmunohistoquímicaEn 41/48 (85.4%) de nuestros pacientes, la neoplasia era positiva para cromogranina; en 38/48 (79.1%), resultó positiva para sinaptofisina, mientras que fue positiva para ambos biomarcadores en 36/48 (75%). Un total de 19/48 pacientes (39.5%) resultaron positivos para CD56 (tabla 3).
Para evaluar el grado histopatológico, utilizamos la clasificación de 2022 publicada por la OMS (tabla 4)12,13. Se utilizó el marcador inmunohistoquímico de replicación celular Ki-67, y en los casos en los que este no se realizó, se clasificó la neoplasia con base en el número de mitosis por campo de alto poder (×40). En 28/48 casos, el Ki-67 fue menor al 2%, y en un paciente adicional el número de mitosis por campo fue menor a 2mm2, estos 29 casos (60.4%) se clasificaron como grado 1 de la OMS, correspondiente a NNE bien diferenciadas y con una baja tasa de replicación celular, indicando un buen pronóstico. En 8/48 pacientes el Ki-67 mostró replicación celular entre el 3 y el 20% con un paciente adicional con un porcentaje de mitosis en este mismo rango, estos 9 pacientes (18.7%) se clasificaron como grado 2 de acuerdo con la OMS. En 6/48 pacientes el Ki-67 fue superior al 20% y en un caso adicional el número de mitosis fue superior a 20mm2, estos 7 casos (14.5%) se clasificaron como grado 3. En este subgrupo la tasa de replicación es alta, lo que implica en general un mal pronóstico y un comportamiento biológico agresivo de la neoplasia.
Clasificación y criterios de estadificación para las neoplasias neuroendocrinas del tracto gastrointestinal y hepatopancreáticos. OMS 2022
Terminología | Diferenciación | Cuenta de mitosis | Índice de Ki-67 |
---|---|---|---|
TNE, grado 1 | Bien diferenciado | <2 mitosis/2mm2 | <3% |
TNE, grado 2 | 2 a 20 mitosis/2mm2 | 3 a 20% | |
TNE, grado 3 | >20 mitosis/2mm2 | >20% | |
CNE tipo células pequeñas | Carcinoma poco diferenciado | >20 mitosis/2mm2 | >20% (normalmente más del 70%) |
CNE tipo células grandes | >20 mitosis/2mm2 | >20% (normalmente más del 70%) |
CNE: carcinoma neuroendocrino; TNE: tumor neuroendocrino.
Fuente: tabla adaptada de Sultana et al.12.
Anteriormente se incluía a los tumores grado 3 y a las neoplasias poco diferenciadas dentro del diagnóstico de carcinoma neuroendocrino (CNE). Sin embargo, a partir del año 2019 se realizó una modificación en la clasificación de la OMS, ya que se demostró que los TNE no estaban genéticamente relacionados con los CNE, por lo que es importante diferenciar entre los tumores grado 3 y CNE, ya que son entidades molecularmente distintas14,15. Los CNE tienen una morfología que sugiere una mayor agresividad, alta capacidad infiltrativa, muy elevado número de mitosis y un menor grado de diferenciación celular. En esta revisión, decidimos agrupar a los TNE grado 3 y los CNE, ya que únicamente 2 casos de este tipo de neoplasias agresivas fueron detectadas después de que se publicó la clasificación de la OMS del 2022.
En la figura 1 se presentan las imágenes típicas de 2 NNE de nuestra serie, cuyas características corresponden a neoplasias grado 1, usualmente asociadas a un buen pronóstico. Los marcadores inmunohistoquímicos (cromogranina y sinaptofisina) confirman la estirpe neuroendocrina de las células tumorales. En la figura 2 se presentan los hallazgos histopatológicos de un CNE; puede observarse su tendencia invasiva y su gran número de mitosis que se confirman con el Ki-67. Existe positividad para cromogranina y sinaptofisina.
Características histológicas de 2 tumores neuroendocrinos grado 1. A) La neoplasia se dispone en un patrón en nidos (H&E ×10). B) Células monótonas, sin presencia de mitosis (H&E ×40). C) Los núcleos muestran cromatina granular gruesa con citoplasma eosinófilo en moderada cantidad (H&E ×100). D) Cromogranina positiva. E) Sinaptofisina positiva. F) Ki-67 cuantificado en el 2%.
Características histopatológicas de un carcinoma neuroendocrino. A) La neoplasia presenta un patrón infiltrante (H&E ×10). B) Presencia de necrosis tumoral (×H&E 20). C) Células pleomórficas con núcleos hipercromáticos, escaso citoplasma (H&E ×40). D) Cromogranina positiva. E) Sinaptofisina positiva. F) Ki-67 cuantificado en el 90%.
Se presentan los datos clínico-patológicos de 48 casos con el diagnóstico de NNE gastrointestinal y de páncreas atendidos en el período de tiempo comprendido entre 2018 y 2024 en el HA de la Ciudad de México. Se trata de la primera serie de NNE informada sobre los pacientes de un hospital privado en México.
Nuestro diseño retrospectivo es similar al utilizado en otros 3 estudios mexicanos de la Ciudad de México1,16 y Guadalajara Jalisco2. Los casos fueron detectados a partir del diagnóstico de NNE en piezas quirúrgicas recibidas en el servicio de anatomía patológica. La gran mayoría de casos fueron clasificados por grado histopatológico de acuerdo a la tasa de replicación celular basada en Ki-67 (42/48 o 87.5%) o por el número de mitosis por campo y fueron confirmados por marcadores de inmunohistoquímica (75%).
En la tabla 5 se presenta una comparación de los datos obtenidos en el presente estudio con los de los otros estudios mexicanos1,2,16, encontramos una gran similitud en estos datos demográficos; la mediana de edad estuvo entre la 5.ª y 6.ª décadas de la vida con presentación en un muy amplio rango de edades, sin un claro predominio de género. Los sitios de origen más frecuentes fueron estómago y páncreas. No fue frecuente que los casos de NNE presentaran un síndrome asociado a la secreción de hormonas o péptidos, y la mayoría de los casos tenían historia de dolor abdominal de larga evolución, sangrado de tubo digestivo o enfermedad ulcerosa recurrente.
Comparación con estudios publicados en México
Hospital ÁngelesPedregal,CDMX, México | CM 20 Noviembre ISSSTE, CDMX,México | CM Nacional de OccidenteIMSS,Guadalajara,Jalisco, México | CM Nacional Siglo XXIOncología IMSS,CDMX, México | |
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Referencia | 1 | 2 | 16 | |
Año de publicación | 2024 | 2012 | 2015 | 2012 |
Periodo estudiado (años) | 7 | 11 | 7 | 11 |
N | 48 | 25 | 42 | 127 |
Edad media (rango) | 55.2 (21-88) | 52.4 (30-73) | 45 (29-60)a | 52 (24-85) |
Masculino n (%) | 28 (58.3) | 7 (28) | 12 (52.1)a | 68 (53.5) |
Femenino n (%) | 20 (41.7) | 18 (72) | 11 (47.8)a | 59 (46.5) |
Páncreas N (%)c | 12 (25) | 4 | 3 | 14 (11.02) |
Esófago | 1 (2.08) | 0 | 0 | 4 (3.14) |
Estómago | 8 (16.66) | 4 | 11 | 39 (30.70) |
Vesícula biliar | 1 (2.08) | 0 | 0 | 0 (0) |
Colon/recto/ano | 11 (22.91) | 2 | 5 | 32 (25.19) |
Duodeno | 2 (4.16) | 0 | 0 | 16 (12.59) |
Íleon/yeyuno | 7 (14.58) | 5 | 4 | 16 (12.59) |
Apéndice | 5 (10.41) | 2 | 0 | 6 (4.72) |
Hígado | 1b (2.08) | 1 | 2 b | — |
Pulmón | — | 1 | 13 | — |
Otros | — | 7 | 6 | — |
NNE: neoplasias neuroendocrinas.
Las principales series de NNE publicadas internacionalmente se presentan en la tabla 6; nuevamente, los datos son similares a los informados en este estudio. El estudio más grande es una casuística multicéntrica realizada en 20 estados norteamericanos con varias actualizaciones subsecuentes17–20. Los datos de nuestra serie coinciden en la edad de presentación, la incidencia de órganos afectados y la forma de presentación clínica.
Principales estudios internacionales de neoplasia neuroendocrina
Memorial Sloan Kettering Cancer CenterNueva York | 20 áreas geográficasBase de datos SEERUSA | Sant’Andrea University HospitalRoma | Houston Texas | |
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Referencia | 17 | 18 | 19 | 20 |
Año de publicación | 2016 | 2017 | 2024 | 2017 |
Periodo estudiado (años) | 5 | 20 | 11 | 11 |
N | 31 | 64 971 | 58 | 1786 |
Edad media (rango) | 54.5 (±2.6) | 60.5 (22-85) | ||
Masculino n (%) | 10 (32.25) | 30 738 (47.31) | 33 (56.9) | 695 (39) |
Femenino n (%) | 21 (68) | 34 233 (52.7) | 25 (43.1) | 1091 (61) |
Páncreas | 21 | 0.86 | — | — |
Esófago | — | — | — | — |
Estómago | — | 1.20 | 15 (25.9) | — |
Colon/recto/ano | 2 | 1.52 | 31 (53.4) | 96 (5) / 170 (10) |
Duodeno | 2 | — | 12 (20.7) | — |
Íleon/yeyuno | 6 | 0.53 | — | 717 (40) |
Apéndice | — | 0.53 | — | 29 (2) |
Pulmón | — | — | — | — |
Otros | — | 1.85 | — | 541 (30) |
Las NNE son relativamente infrecuentes comparadas con otras variedades de neoplasias malignas. Sin embargo, su incidencia parece haber aumentado, quizá por la mejoría en los métodos diagnósticos por marcadores circulantes, imagenología y endoscopia. La endoscopía permite encontrar lesiones localizadas, mientras que la tomografía y la resonancia magnética tienen un valor diagnóstico similar; sin embargo, la tomografía computarizada tiene una mayor eficacia para los TNE del intestino delgado. El ultrasonido endoscópico es una técnica muy útil, ya que hasta el 26% de los TNE pancreáticos se pueden diagnosticar con este método en estadios tempranos, mientras que la TAC u otras alternativas radiológicas son menos eficaces21.
No cabe duda que las NNE representan un reto diagnóstico, ya que solo un porcentaje reducido de ellas (10.4% en nuestra serie) presentan un síndrome clínico asociado a hipersecreción de hormonas o sustancias vasoactivas. En nuestra serie encontramos 3 casos de insulinoma, 2 de ellos con hipoglucemia grave y neuroglucopenia. Un caso expresó marcadores de inmunohistoquímica correspondientes a insulinoma, pero el paciente no había presentado episodios significativos de hipoglucemia. Dos de nuestros casos tuvieron gastrinomas con úlceras recidivantes en tubo digestivo. El resto (89.5% en nuestra serie) no tenían síntomas específicos asociados. Es decir que solo 5/48 pacientes (10.4%) de los casos tuvieron síndromes específicos que se podrían haber relacionado en bases clínicas con la presencia de una NNE. Ninguno de nuestros casos presentó datos clínicos o laboratoriales consistentes con el síndrome carcinoide como diarrea, rubor o broncoespasmo. El síndrome carcinoide es más frecuente en NNE del árbol respiratorio, las cuales fueron excluidas de nuestra serie. En las NNE de tubo digestivo, el síndrome carcinoide solo se presenta en pacientes con extensas metástasis hepáticas capaces de liberar serotonina directamente a la circulación sistémica, evitando la inactivación de la misma durante su paso por el hígado por la enzima monoaminooxidasa.
Una de las presentaciones clínicas relativamente frecuentes (16%) fue la de dolor en el abdomen superior de varios meses de evolución, erróneamente diagnosticado y tratado como enfermedades del eje cerebro-intestino. Es importante considerar en aquellos pacientes con dolores abdominales crónicos inespecíficos la posibilidad de una NNE; en este sentido, podría ser útil solicitar la medición de cromogranina A y serotonina o su metabolito urinario, el ácido 5-hidroxiindolacético, ya que, si se encuentran niveles elevados en sangre de estos marcadores, esto podría facilitar el diagnóstico temprano de una NNE.
Varios de nuestros pacientes fueron diagnosticados durante la cirugía por abdomen agudo, 2 de ellos con obstrucción intestinal debida al efecto mecánico de las neoplasias y 5 asociados a apendicitis aguda. Los casos de apendicitis aguda asociada a NNE abarcan un amplio rango de edades, por lo que no existen datos que permitan sospechar la neoplasia en estos pacientes. Dado que se trata de tumores malignos, una vez resuelta la emergencia abdominal, el paciente debe recibir vigilancia postoperatoria y tratamiento de las posibles complicaciones de la neoplasia. Cuando el tumor en el área apendicular es menor a 1cm, no se recomienda resecar segmentos de colon, sin embargo, en tumores de más de 2cm, podría considerarse el practicar una hemicolectomía de colon ascendente22.
Un tercio de los casos (16/48) fueron detectados incidentalmente en estudios de endoscopía o imagenología, por lo que la medición de marcadores circulantes de las NNE podría ser de gran utilidad en casos de difícil diagnóstico23.
Es importante definir el grado histopatológico de cada caso de NNE de acuerdo con la clasificación de la OMS, ya que el grado del tumor tiene una correlación con el pronóstico, así como su categorización de acuerdo con el grado de diferenciación celular, el índice de proliferación celular y/o el número de mitosis por campo de alto poder; en el caso del grado 3, las neoplasias bien diferenciadas se denominan TNE. Las pobremente diferenciadas se denominarían carcinomas neuroendocrinos (CNE), que implican un peor pronóstico. Estos a su vez son divididos en CNE de células pequeñas o CNE de células grandes. Las subclasificaciones no solo tienen implicaciones pronósticas, sino que también son de utilidad para la selección de los agentes quimioterapéuticos específicos.
Aunque la mayoría de las NNE son esporádicas, un porcentaje reducido de ellas están asociadas a neoplasia endocrina múltiple tipo I y II, pudiendo tener un patrón de transmisión hereditaria.
En los casos con NNE de alto grado (pobremente diferenciados), el pronóstico es malo; de acuerdo con las series internacionales publicadas, la sobrevida es de 16.2 años para el grado 1, de 8.3 años para el grado 2 y de 10 meses para el grado 318. Sin embargo, el seguimiento clínico a largo plazo es necesario en todos los casos, ya que incluso las NNE bien diferenciadas y de bajo grado ocasionalmente tienen un comportamiento biológico agresivo y pueden metastatizar a distancia. Los tumores de alto grado requieren un manejo sistémico con agentes quimioterapéuticos combinados (etopósido/cis-platino). Otros agentes que están siendo utilizados son el sunitinib y el everolimus23–25. En 2018, se aprobó la terapia con radionúclidos dirigidos a receptores de péptidos para tumores gastroenteropancreáticos positivos a receptores de somatostatina, la expresión del receptor se puede demostrar por PET antes de que el paciente reciba tratamiento, en especial para los grados 1 y 27,26.
Las NNE bien diferenciadas, en general responden bien al tratamiento con análogos de somatostatina, con efectos favorables sobre la sintomatología y posibles efectos antiproliferativos de estos fármacos27, sin embargo, una de las principales reacciones adversas a estos medicamentos es la diarrea incontrolable, ya que suprimen la liberación de hormonas y otras sustancias biológicamente activas que inhiben la secreción de enzimas pancreáticas y la motilidad gastrointestinal9. La resección está indicada para las NNE cuando sea posible, y también se puede utilizar la ablación por radiofrecuencia y la quimioembolización transarterial para las metástasis hepáticas. En los casos no resecables quirúrgicamente, usualmente se indica la quimioterapia con derivados del platino28, particularmente en los grados 2 o 318,25.
La medición de cromogranina A en suero tiene utilidad para vigilar la evolución, el pronóstico y la respuesta al tratamiento. Su utilidad en inmunohistoquímica radica en poder valorar la extensión y diferenciación de las NNE.
Otros marcadores, como la fosfoproteína 1 secretada (secreted phosphoprotein 1 [SPP1]) han demostrado ser eficientes para el diagnóstico, ya que son más sensibles inclusive de la Cromogranina A, aunque esta última tiene una mejor correlación con la agresividad del tumor21,29,30. Recientemente han tomado importancia marcadores inmunohistoquímicos como el INSM1, el cual pudiera ser más específico que los marcadores convencionales31.
Nuevas pruebas genéticas como el NETest, la cual es una «biopsia líquida» para TNE que aumenta la precisión del diagnóstico molecular del TNE al detectar la expresión de ciertos genes como Ki-67, SSTR1 y SSTR2 en sangre a través de la reacción de cadena polimerasa con transcripción inversa21.
ConclusionesEl diagnóstico de NNE gastrointestinal y pancreática se estableció en 48 pacientes durante el periodo estudiado de 6 años en el HAP de la Ciudad de México. Nuestros casos mostraron datos demográficos y presentaciones clínicas muy similares a las publicadas a nivel nacional e internacional. El diagnóstico de estos tumores representa un gran reto para el clínico, tanto por la variedad de sus manifestaciones clínicas como por la presencia incidental de estos tumores en pacientes asintomáticos. El uso de biomarcadores puede facilitar el diagnóstico temprano y deberían solicitarse en pacientes con una amplia variedad de molestias crónicas, como dolor abdominal, diarrea, sangrado de tubo digestivo, oclusión o suboclusión intestinal y pérdida de peso. La revisión de los expedientes clínicos de nuestros casos mostró que casi nunca se solicitaron biomarcadores circulantes antes del diagnóstico histopatológico, los cuales son muy útiles también para la vigilancia postoperatoria de los pacientes. Para mejorar el proceso diagnóstico de estos tumores se están desarrollando nuevos biomarcadores circulantes basados en la expresión genética de las células tumorales (biopsia líquida).
FinanciaciónLos autores declaran no tener fuente de financiamiento.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflictos de intereses.