El uso de bicarbonato en la población en general es de uso común, ya que es un antiácido usado para dispepsia y reflujo gastroesofágico. Sin embargo ha sido asociado con ruptura espontánea gástrica, el primer caso reportado fue en 1842 por Thompson et al.1. Este fenómeno ha sido poco estudiado, y entre las etiologías más comunes de perforación gástrica espontánea se encuentran: ingesta copiosa de alimentos en pacientes con desórdenes psiquiátricos (anorexia nerviosa y bulimia), ingesta de bicarbonato de sodio, síndrome de arteria mesentérica superior, infarto gástrico, hernia hiatal estrangulada, vólvulo gástrico y trauma. Al ser una patología con alta mortalidad, requiere de intervención inmediata, es por esto que es de suma importancia enfatizar la existencia de estos casos2.
Se presenta el caso de un paciente masculino de 51 años, quien inicia su padecimiento 24 horas previas a su ingreso al ingerir bicarbonato de sodio debido a una ingesta copiosa de alimento, que le ocasionó un dolor súbito, localizado en epigastrio, por lo que acude al departamento de urgencias. A su llegada, se encontraba consciente y orientado, frecuencia respiratoria 28, frecuencia cardiaca 98, 130/98 mmHg, 36.6 ̊C de temperatura. Tórax con campos pulmonares bien ventilados, ruidos cardiacos rítmicos. Abdomen con dolor a la palpación y con datos de irritación peritoneal en los cuatro cuadrantes. Se practicó una tomografía computarizada, la cual reportó aire libre intraabdominal, identificando salida de contenido gástrico hacia la cavidad peritoneal y estriación de la grasa adyacente a nivel de curvatura menor. (fig. 1) Por lo que se llevó al paciente a quirófano y, de forma laparoscópica, se visualizó perforación de víscera hueca, observándose líquido libre de característica gástrica, peritonitis generalizada, y encontrando en la curvatura menor del estómago una perforación de aproximadamente 5 x 5 cm. (fig. 2) Se convirtió el procedimiento y se realizó una laparotomía supraumbilical, lavado de cavidad y se practicó una gastrectomía parcial abarcando la curvatura menor con preservación del píloro y del tránsito intestinal, utilizando grapadora línea GIA (Medtronic, Estados Unidos). Se egresó tras siete días de hospitalización, tolerando vía oral y sin ninguna otra complicación. La patología no mostró ningún proceso inflamatorio, descartando alguna neoplasia o enfermedad ácido péptica. El paciente se vio en su sexto mes postoperatorio de seguimiento sin ninguna complicación.
Existen dos teorías relacionadas con la patogénesis de la ruptura gástrica espontánea: la teoría mecánica y la atónica3,4. La teoría de la atonía propuesta por Brinton en 1859, postula que el estómago, tras largos periodos de ayuno conlleva atonía y atrofia muscular, asociado a debilidad de la pared y retraso en el vaciamiento gástrico. Esta teoría se asocia a pacientes con anorexia nerviosa y bulimia, en quienes una ingesta copiosa súbita ocasiona una dilatación gástrica aguda, provocando un aumento intragástrico que excede la presión venosa gástrica, con la consecuente isquemia de la pared1,2. En 1861, Karl Freiherr Von Rokitansky postuló la teoría mecánica o síndrome de arteria mesentérica superior, en que la compresión vascular del duodeno ocasiona una dilatación gástrica aguda4,5. Ambas teorías se relacionan a una dilatación gástrica aguda, ocasionando isquemia del tejido por disminución del flujo venoso, el cual, se ha reportado que se necesita una presión intragástrica entre 19-20 cm H2O, o 3-4 litros de fluido en el estómago3-6.
La ruptura espontánea gástrica, debido a la ingesta de bicarbonato de sodio, es una entidad con pocos reportes en la literatura. Un estudio comprobó que añadir bicarbonato de sodio a dos-tres litros de ácido clorhídrico diluido son suficientes para crear ruptura en el estómago, asimismo, demostró que los factores más importantes antes de añadir el bicarbonato de sodio eran el volumen de la solución, la cantidad de reactivos, el volumen de aire en la mezcla y la presión parcial de CO2, añadiendo importancia de la presencia de comida, alcohol o anhidrasa carbónica6. Concluyendo que la ingesta de grandes cantidades de bicarbonato de sodio con el estómago distendido, lleno de aire, comida o líquido, podía ser un factor importante para ruptura gástrica, ya que provoca la liberación de cientos de mililitros de gas en un periodo menor a tres minutos7. La ruptura puede ocurrir cuando la presión intragástrica alcanza los 120 mmHg o 4 litros de fluidos2,4. Se han reportado varios casos en los que la ruptura gástrica se debió a la ingesta de una cantidad abundante de comida previa a la ingesta de bicarbonato de sodio. En la mayoría de los casos, la ruptura ocurrió en la curvatura menor, como la ruptura de nuestro paciente, debido a que esta área del estómago asume una forma esférica, provocando una mayor tensión, y a la vez, una mayor presión8.
Podemos concluir que la perforación gástrica aguda tras la ingesta de bicarbonato de sodio es una entidad poco común con una alta mortalidad si no es diagnosticada a tiempo, al igual que cualquier perforación gástrica. Es de suma importancia incluir esta etiología entre los diagnósticos diferenciales de dolor epigástrico de inicio súbito, en pacientes con antecedente de ingesta copiosa, quienes se medicaron bicarbonato de sodio, aun sin historial de desórdenes alimenticios.
Consideraciones éticasLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos o animales, y se han seguido sus protocolos de sus centros de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes, preservando en todo momento su anonimato. Declaramos que se ha conseguido el consentimiento informado del paciente referido en el artículo.
FinanciaciónEste estudio no recibió ningún apoyo específico por parte de agencias de fondos, en el sector público, comercial o sin fines de lucro.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses en la redacción de este manuscrito.