El síndrome de Boerhaave es la rotura espontánea de la pared esofágica representando entre el 8 y el 56% de todas las perforaciones esofágicas, y puede ser potencialmente mortal1.
Se presenta el caso de un varón de 30 años, sin comorbilidades previas conocidas, quien ingresa por cuadro de 1h de evolución, que inició con episodios de vómitos intensos en 7 oportunidades precedidos por la ingesta de alimentos copiosos. El paciente presentó epigastralgia y dolor retroesternal intensos (8/10), así como disnea y odinofagia. Al examen físico, se encuentra despierto, quejumbroso, polipneico, taquicárdico, diaforético, con enfisema subcutáneo en regiones laterales del cuello y tórax superior. El resto de la exploración no mostraba alteraciones. Los parámetros de laboratorio fueron: hemoglobina 16.6g/dl, hematocrito 51%, leucocitos 26,800×103/μl, abastonados: 14%, glucosa 234mg/dl, proteína C reactiva: 60mg/l. Se realizó una tomografía de cuello con contraste que muestra extenso enfisema subcutáneo en la base y regiones laterales del cuello (fig. 1a), además de una tomografía de tórax con contraste, que muestra neumomediastino y neumopericardio (fig. 1b). Con la sospecha de síndrome de Boerhaave, el paciente se mantuvo en ayunas, se inició analgesia intravenosa y antibioticoterapia de amplio espectro. Al séptimo día de hospitalización, el paciente presenta mejoría clínica y de parámetros de laboratorio. Se realiza una endoscopia digestiva alta superior observándose un área de eritema lineal en la pared izquierda del esófago medio/distal (fig. 2a), además de una radiografía de tórax, sin alteraciones (fig. 2b). El paciente reinicia dieta por boca y es dado de alta con evolución favorable.
El síndrome de Boerhaave es la rotura espontanea de la pared esofágica secundaria a arcadas, vómitos o cualquier esfuerzo vigoroso que aumenta la presión intraluminal2. Es una afección que afecta a 3.1 de pacientes por cada 1,000,000 al año, y presenta tasas de morbimortalidad de hasta el 50%2,3. Clínicamente, los pacientes acuden con dolor torácico, vómitos y enfisema subcutáneo (tríada de Mackler) en un 14%, sin embargo, los síntomas pueden ser inespecíficos por lo que el diagnóstico es un reto4,5. La tomografía con contraste tiene alta sensibilidad diagnóstica (92-100%) y detecta compromiso del mediastino como presencia de aire o abscesos secundarios6. Posterior al diagnóstico, el tratamiento debe ser precoz con disminución significativa de la mortalidad (menos del 10%)3,6. Algunos pacientes son candidatos de tratamiento conservador, siempre y cuando se encuentren hemodinámicamente estables, la rotura esofágica sea contenida y la contaminación mediastínica sea limitada7. Este consiste en nada por vía oral, antibióticos de amplio espectro, así como inicio de un inhibidor de la bomba de protones6,8. Si el paciente requiere intervención, la terapia endoscópica es una opción menos invasiva permitiendo la colocación de clips, stents metálicos recubiertos o la terapia de vacío endoluminal. Sin embargo, aquellos pacientes que presentan perforaciones de gran tamaño, shock séptico o alguna afección esofágica asociada, la cirugía está indicada como primera opción terapéutica8,9.
En conclusión, el síndrome de Boerhaave es una enfermedad del esófago poco frecuente, pero con gran riesgo de complicaciones y mortalidad. La sospecha y el diagnostico debe ser oportuno con mejoría del pronóstico instaurando tratamiento individualizado.
FinanciaciónLos autores de este manuscrito no han recibido financiación.
Consideraciones éticasLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos. Utilizamos protocolos de obtención de base de datos del paciente en nuestro centro de trabajo; no se solicitó consentimiento informado para la publicación de este caso porque en el presente articulo no se publican datos personales que permita identificar al paciente. Este estudio cumple con la normativa vigente de investigación bioética. El Comité de Ética del Hospital La Caleta de Chimbote nos permitió realizar este estudio por los detalles antes explicados.
Conflicto de interesesLos autores no tienen ningún conflicto de intereses que declarar.