El uso de cepillos con cerdas de alambre para la limpieza de parrillas es un hábito frecuente en gran parte de la población en general, produciéndose en algunos casos la ingesta involuntaria de estas cerdas adheridas a los alimentos cocinados en la superficie de la parrilla. En los últimos 10 años se ha visto un incremento en la incidencia, según los casos reportados en la literatura médica y los datos obtenidos de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos de Norteamérica1,2.
Presentamos el caso de un paciente varón de 45 años sin comorbilidades conocidas y con el antecedente de 2 episodios de diverticulitis colónica 4 años antes tratados conservadoramente, quien durante un viaje de turismo por Argentina comienza a presentar dolor abdominal posprandial tipo punzante de leve intensidad a nivel de hemiabdomen izquierdo, sin otros síntomas asociados. A su regreso a Perú, 3 días antes de la búsqueda de atención médica, el dolor abdominal de las mismas características se vuelve permanente y de mayor intensidad, motivo por el cual acude a urgencias. En el examen físico se encontró hemodinámicamente estable, sin presencia de alteraciones significativas. Los análisis de laboratorio tales como el hemograma y la proteína C reactiva fueron normales. De la misma manera, se le realizó una ecografía abdominal completa, la cual tampoco contribuyó al diagnóstico, por lo que se procedió a realizar una tomografía abdominal, en la cual se evidenció a nivel del intestino delgado la presencia de una imagen indicativa de un cuerpo extraño radiopaco de aproximadamente 2.50cm de largo, con extremos puntiagudos, el cual se encontraba enclavado en la pared intestinal. Asimismo, se observó la presencia de un plastrón a nivel de yeyuno proximal (fig. 1).
Inmediatamente se sometió al paciente a una enteroscopia anterógrada asistida con balón simple con apoyo laparoscópico, en la cual se encontró aproximadamente en la cuarta porción duodenal una cerda de alambre enclavada, la cual se extrajo utilizando una pinza de biopsia y el sobretubo del enteroscopio (fig. 1). Cabe resaltar que no fue necesario ningún tipo de procedimiento quirúrgico y/o endoscópico adicional. Finalmente, se obtuvo de forma exitosa una cerda de alambre de cepillo para la limpieza de parrillas de 2.50cm de longitud (fig. 2). Posteriormente, el paciente evolucionó de forma favorable, con la resolución completa de los síntomas.
Existen en la actualidad pocos trabajos de investigación que demuestren la epidemiología de las lesiones generadas por este inusual cuerpo extraño1,2; uno de los más representativos fue el publicado por Baugh et al.3, quienes encontraron un total de 43 casos en un periodo de 12 años en la base de datos del National Electronic Injury Surveillance System, los cuales fueron extrapolados a nivel nacional obteniendo un total de 1,698 lesiones registradas en los servicios de urgencias, localizados en un 53.4% (23/43) a nivel de orofaringe, lo cual coincide con lo obtenido en la literatura médica mundial, con un 30.5% (11/36), mientras que la información de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos de Norteamérica mostró un predominio a nivel de la cavidad oral, con un 37.5% (9/24). Esto nos muestra la baja tasa de incidencia de este tipo de daños a nivel del tracto gastrointestinal, encontrándose únicamente reportes de casos aislados4,5. Actualmente no existen consensos internacionales para el manejo de las lesiones gastrointestinales por cerdas de alambre; asimismo, el compromiso de segmentos que no son abordables con técnicas endoscópicas convencionales (intestino medio) ha sido tratado clásicamente con cirugía6, sin embargo, los nuevos alcances en endoscopia terapéutica avanzada han permitido ofrecer técnicas mínimamente invasivas con igual eficacia y menor tasa de complicaciones. Pennazio et al.7, en la última guía clínica planteada por la Sociedad Europea de Gastroenterología, establecen los estándares actuales y los beneficios del uso de la enteroscopia asistida con balón, estableciéndola como el tratamiento de primera línea para los diferentes trastornos a nivel de intestino delgado. Es por esta razón que en nuestro paciente se ofreció en primera instancia este tipo de abordaje. El apoyo laparoscópico en la enteroscopia asistida con balón actualmente tiene muy pocas indicaciones; usualmente se realiza cuando existe una alta probabilidad de intervención quirúrgica inmediata durante el procedimiento endoscópico. En el caso que presentamos se realizó debido al alto riesgo de incremento del tamaño de la perforación intestinal y a la imposibilidad de realizar tratamiento endoscópico efectivo en el momento de extraer la cerda de alambre. Cabe resaltar que por la ubicación del cuerpo extraño (cuarta porción duodenal) se pudo haber realizado la extracción con una enteroscopia de empuje o con el uso de un colonoscopio pediátrico, utilizado en lugares en donde no se cuenta con enteroscopia asistida con balón, siempre tomando en cuenta las medidas de precaución necesarias antes mencionadas (apoyo laparoscópico).
La técnica de extracción endoscópica de la cerda de alambre utilizando el sobretubo del enteroscopio para evitar el daño de la mucosa gastrointestinal durante el arrastre hacia afuera, así como el riesgo de aspiración de este a la vía aérea, se realizó siguiendo las pautas establecidas por las actuales guías clínicas para eliminación de cuerpos extraños del tracto gastrointestinal8,9.
En conclusión, este tipo de lesiones se están incrementando, lo que nos obliga a difundir medidas preventivas para la población en general, evitando el uso de estos utensilios cuando se encuentren en mal estado. Asimismo, es fundamental dar a conocer a la comunidad médica los nuevos conceptos de esta infrecuente dolencia con base en la evidencia científica actualizada.
Consideraciones éticasLos autores declaran que durante el presente trabajo de investigación no se realizó ningún tipo de experimento con animales o humanos. Solo se describió el caso clínico de un paciente con firma previa del consentimiento informado, el cual obra en poder del autor de correspondencia. Además, el comité de ética de nuestra institución aprobó nuestro estudio, ya que cumplió con todas las normas establecidas para investigación científica, incluyendo la confidencialidad de los datos del paciente cuyo caso se relata en el artículo que presentamos.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido ningún tipo de financiamiento por ninguna entidad pública ni privada.
Conflicto de interesesLos autores declaran no presentar ningún tipo de conflicto de interés con respecto a la realización del presente estudio.